Krisis sa politika sa Netherlands: Si Rutte giakusahan nga namakak ug gusto nga tabunan ang mga kritiko sa mga posisyon sa iyang Gobyerno

La política en Países Bajos está experimentando en los últimos días un auténtico vuelco al sucederse una serie de acontecimientos que podrían alejar a Mark Rutte del Gobierno, pese a haber sido el vencedor de las elecciones.

Semanas después de los comicios arrancaron las negociaciones entre varias formaciones políticas para formar una mayoría de investidura y garantizar la estabilidad del próximo ejecutivo. Al frente de la misma se situaba Mark Rutte, el líder de VVD, quien partía con ventaja.

Durante este tiempo la prensa y varios parlamentarios preguntaban al Primer Ministro neerlandés sobre cuál sería su posición respecto al parlamentario democristiano Pieter Omtzigt, uno de sus mayores críticos, en las negociaciones. Omtzigt ha sido muy duro tras conocerse el escándalo de los préstamos forzados a inmigrantes a los que se solicitó la devolución de ayudas al estudio alegando que incumplían algunos criterios, que se demostró por una periodista de origen español ser falsos.

Rutte negó cualquier tipo de conversación sobre Pieter Omtzigt.

Esta semana, reunidos varios parlamentarios para discutir sobre las conversaciones de formación de Gobierno, se conocía el positivo de dos de ellos por COVID-19. El protocolo establecido en Países Bajos les emplazaba a dirigirse a sus domicilios y aislarse allí.

Una diputada del partido D66 salió precipitadamente llevando en sus manos los papeles con las notas de las conversaciones con el Primer Ministro, y en ellas se leía “Tienes que hacer algo con Omtzigt”. La prensa del país no tardó nada en difundir esta información y, tras eso, Rutte ha sido fuertemente cuestionado por mentir en sede parlamentaria.

Preguntado por su ‘mentira’, Rutte afirmó haber sufrido un ‘episodio de olvido’ y no recordaba haber nombrado al diputado democristiano, pero los medios comenzaron a plantear si ofrecerle un puesto o ‘hacer algo con él’ implicaba una intención de intentar comprar su silencio.

Los portavoces de los partidos negociadores han dimitido y renunciado a seguir intentando alcanzar un acuerdo, las transcripciones de la negociación se han compartido con los distintos partidos políticos y se ha fijado un debate parlamentario sobre el tema.

Geert Wilders ya ha anunciado que presenta una moción de censura contra Rutte que, a esta hora, tiene opciones de prosperar. Todo parece indicar que, de no sonar convincente, Rutte podría ver el fin de su carrera política o, al menos, se repetirían las elecciones.