Vox pide que el Gobierno lance una campaña institucional que ensalce el matrimonio, la familia y la paternidad

Vox ha presentado en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley para instar al Gobierno a “promover la familia y la natalidad”, con ayudas públicas directas a los progenitores y una campaña de concienciación frente al “invierno demográfico”.

En el texto de la proposición, a la que ha tenido acceso Europa Press, Vox pide al Ejecutivo “diseñar e impulsar políticas familiares encaminadas a la reversión de la tendencia descendente de la natalidad” y propone otorgar ayudas públicas directas a los progenitores con hijos a su cargo, independientemente de las que puedan estar percibiendo por otros conceptos.

Igualmente, Vox plantea poner en marcha una campaña de comunicación institucional con un tratamiento “positivo del matrimonio, la familia y la paternidad” para promover “la concienciación en la opinión pública acerca de la gravedad del invierno demográfico”.

Además, sugiere crear una Conferencia Sectorial de la Familia que establezca planes específicos entre las distintas comunidades autónomas y la Administración General del Estado, para “suprimir duplicidades” y conseguir “una mejor eficiencia”.

También insta a elaborar informes independientes sobre las causas que han llevado al descenso de la natalidad en España; y a elaborar un Pacto Social, Político e Institucional que recupere el espíritu de la Ley de protección a las familias numerosas de 2003.

Según precisa Vox, citando datos del INE, en 1976, el porcentaje de población menor de 20 años era del 35,6%, mientras que en 2018, se redujo hasta el 19,8%. A la inversa ocurre con la población de la tercera edad pues, según indica, el INE prevé que en 2030 el porcentaje crecerá hasta el 7,2%, un punto más que en 2018.

Usab, el grupo parlamentario señala que en España la esperanza de vida es elevada (80,9 años para los hombres y 86,2 años para las mujeres) y, por el contrario, apunta que el número de hijos por mujer se ha reducido de 2,77 en 1976 a 1,31 en 2018, por debajo de los 1,59 hijos por mujer de la media europea.

Las consecuencias de estos datos, según apunta la formación son de dos tipos, “sociales y económicas”, aunque precisa que “el principal perjuicio social será “el exponencial aumento de la población anciana, cada vez más dependiente y sola, cuyas necesidades no podrán ser suficientemente atendidas por las generaciones más jóvenes, mucho menos numerosas”.

MANTENER EL SISTEMA DE PENSIONES

Con respecto a las consecuencias económicas, Vox señala que “la más acuciante” es “la imposibilidad de mantener el funcionamiento del sistema actual de pensiones”.

En la exposición de motivos, Vox también hace un alegato en favor de la familia y cita la Declaración Universal de los Derechos Humanos que en su artículo 16.3 afirma que “la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”.

“Es en la familia donde se desarrolla la enseñanza básica afectiva, educativa, social y económica de todas las personas. Como medida de protección, no solo ha de promoverse la creación de nuevas familias, sino que también ha de prestarse el oportuno apoyo a las ya existentes”, subrayan.

EL MATRIMONIO, INSTITUCIÓN SOCIAL ESENCIAL

También consideran que los poderes públicos “han de reconocer y declarar que el matrimonio es una institución social esencial” porque, según añaden, “las parejas casadas tienen más hijos (1.8 en España) que las parejas de hecho”.

Los diputados de Vox ponen como ejemplo a Hungría que “en poco más de diez años ha logrado paliar el problema demográfico” con “un sólido sistema de apoyo a la familia, la creación de un Ministerio de Familia, ventajas fiscales asociadas al número de hijos, ayudas económicas como préstamos para parejas jóvenes, aumento de la baja por maternidad o con una campaña de disuasión del aborto”.

A su juicio, España también debería fijarse en Polonia, que aprobó un aumento de las ayudas económicas a todas las familias que tuviesen dos o más hijos; o en las medidas adoptadas en EEUU durante el gobierno de George H. W. Bush (1989-1993) tales como “la obligación de que las parejas que solicitan casarse asistan a cursillos previos”.