En una noche de locos, el partido demócrata navega en la confusión, mientras Trump sonríe.

La app diseñada para llevar a cabo el recuento de los votos del caucus de Iowa celebrado ayer está resultando un fiasco. Se denuncian numerosas "inconsistencias", y el ambiente entre los demócratas es de una considerable decepción, no con los resultados en sí, que no se conocen, sino con la imagen que se está dando al país.

Insistentes rumores conceden a Sanders un buen resultado, pero también sorprendentes avances a Buttigieg y Warren (que acaba de afirmar que "hay mucha igualdad"), mientras Klobuchar y Biden parecen en segundo plano.

Pero todo son eso, rumores: los fallos en el recuento son constantes, los datos absolutamente contradictorios, la descoordinación reina, y en sus declaraciones públicas, los distintos líderes demócratas están inclinándose, a falta de otra cosa, por la prudencia. "El partido garantizará un buen recuento", acaba de anunciar Biden, dejando todo en el aire.

Mientras tanto, Trump se apunta el tanto con notable sorna:

Y es que, aunque nadie le está prestando atención, también se ha celebrado el caucus republicano, en el que el recuento va rápido y sin problemas. Y el ganador es él.

Respecto a lo importante, es decir, al caucus demócratas, seguiremos a la espera. Quizás en poco tiempo se aclare el panorama. O quizás haya que esperar casi un día más, para que todos los datos se confirmen y se ofrezcan datos sin errores.