El INE ha publicado ya los indicadores del PIB actualizados y ajustados para el conjunto de 2020. Reflejan un saldo final global que supone un descenso del PIB del 10,8%, el mayor de la serie histórica, y superior al experimentado por la mayoría de los países de nuestro entorno.
Después del profundo bajonazo que supusieron el primer y segundo trimestre del año, y de la gran recuperación del tercero, el cuarto trimestre la actividad no ha experimentado variaciones, manteniéndose estable y poniendo de manifiesto, de nuevo, los efectos de la “tercera ola” y el hecho de que hasta fin de año la vacunación era prácticamente testimonial.
La variación interanual, que refleja mejor la tendencia a medio plazo, está lastrada por el enorme efecto económico del segundo trimestre (y por eso, en conjunto, el PIB desciende casi un 11%). En la segunda mitad del año el desplome se ha moderado ligeramente, y está en el entorno del 8-9%.
Por sectores, aunque todos salvo la agricultura muestran una evolución lógicamente negativa en 2020, es el de los servicios el que padece un impacto más brutal.
Kou manao
Aia kekahi nā kaulike e olelo Inā ʻaʻole i hui ʻia, e alakaʻi lākou i ka kipaku koke ʻana a mau loa mai ka pūnaewele.
ʻAʻole kuleana ʻo EM no nā manaʻo o kāna mea hoʻohana.
Makemake ʻoe e kākoʻo iā mākou? E lilo i kahu a loaʻa ke komo kūʻokoʻa i nā panela.