Electoaverage nnyocha e mere na Spain: kwupụta ọnọdụ ọhụrụ?

Enwere pocas encuestas nuevas en el panorama nacional, y algunas de las que hay (el CIS), han renunciado directamente a hacer una estimación de los resultados electorales, con lo que quedan excluidas de un promedio que lo que pretende, precisamente, es estimar los resultados electorales.

Aún así, lo que destaca en nuestros datos es la extrema igualdad que se produciría en muchas provincias entre varios partidos. Eso podría afectar a los restos de diputados a adjudicar. Por otro lado, la repentina  aparición de un nuevo actor que no sabemos si llegará a cristalizar en algo serio o se quedará en nada, afecta también a la asignación de escaños, aunque de momento solo por Madrid.

N'oge ahụ, promedio de los partidos de ámbito nacional (muchas encuestadoras no publican datos de partidos autonómicos) está así:

Ninguna suma de dos partidos lograría la zuru oke y posible empate entre PSOE y PP en el número de diputados.

La evolución desde las elecciones de 2016 muestra en los últimos meses, tras la revolución que supuso la moción de censura contra Rajoy y la llegada de Sánchez al gobierno, un cierto “apelotonamiento” de los cuatro principales partidos. Además, VOX se cuela ya en el gráfico, al superar el mínimo que tenemos fijado para considerar relevante a un partido de ámbito nacional: el 2.5% de los votos.

Dada la igualdad existente, incorporamos a nuestra habitual extrapolación del primer partido por provincias la estimación del segundo partido, cuando este se encuentra a menos de un 2% de votos del primero y estamos, por tanto, en situación de teknuzu see.  En nada menos que  en 18 provincias se daría, ahora mismo, esta situación.