Según señalan diversos medios, entre ellos Ihe nzuzo, María Teresa Arévalo Caraballo, asesora ministerial de nivel 30, el máximo de la administración pública española, habría estado desempeñando labores de cuidadora de la hija de Pablo Iglesias e Irene Montero desde agosto de 2019.
La asesora habría compatibilizado esas funciones con su función pública, en concreto con sus funciones parlamentarias primero y luego con su cargo como jefa de gabinete de Montero.
Estos datos se han conocido a raíz del informe que la abogada Mónica Carmona ha enviado al juez del caso Neurona, señalando al parecer que la citada asesora se habría hecho cargo de manera informal y sin cobertura legal del cuidado de la hija menor del vicepresidente y la ministra.
Al parecer esta situación era conocida sobradamente en el entorno de Podemos, pero la posterior progresión de la asesora en diversos cargos, hasta llegar al Consejo Ciudadano Estatal de la formación, es lo que ha terminado por levantar ampollas y llevar a que el asunto trascienda públicamente.
Según parece la actividad se habrá realizado sin contraprestación, o al menos sin cobertura contractual alguna, y en círculos de la formación se considera que la “contrapartida” ha sido, más bien, esta elevación de la asesora en puestos de confianza ministeriales y en la propia estructura del partido.
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