En su intervención ante la Cámara Baja para defender la pertinencia del estado de alarma, el ministro ha mandado un mensaje a la ciudadanía para que continúen sin «relajar las medidas» contra el virus, a pesar de «estar cansados» de «no poder abrazar» a sus familiares y del resto de alteraciones que ha provocado el COVID-19 en la sociedad española.
En cualquier caso, ha adelantado que aún «queda un horizonte amplio por delante» de convivencia con el virus. «Llega un invierno largo, tendremos unas fiestas distintas a las que nos tendremos que adaptar. Se trata de proteger a nuestra población vulnerable y a nuestro sistema sanitario. Se trata de protegernos todos para proteger la salud de la población», ha argumentado, pidiendo en consecuencia a los ciudadanos que respeten las medidas de uso de mascarillas, higiene de manos, menos movilidad, más ventilación y mayor tiempo posible de actividad al aire libre.

Illa presenta ante el Congreso el real decreto por el que se decreta el estado de alarma, cuya duración prevista inicial es de seis meses.
El gobierno nos esta preparando para un confinamiento para las Navidades y para un invierno muy complicado con respecto a la mortalidad. Ayer Macron dijo que la mortalidad estaba siendo más alta que en la primera oleada.