El nuevo JxCat cierra este domingo con 4.600 afiliados su congreso fundacional tras aprobar su ponencia organizativa y política, en un proceso participativo que arrancó con más de 1.300 propuestas, sugerencias y comentarios de los afiliados para estos documentos.
Lo ha explicado la vicepresidenta de JxCat, Elsa Artadi, en el acto de clausura del congreso fundacional del partido, que empezó en julio y se ha celebrado de forma telemática.
Artadi ha animado a quienes «crean en el proyecto de JxCat y que quieren hacerlo más grande» a salir a la calle para multiplicar las cifras de afiliación, con la vista puesta en ganar las elecciones en Catalunya desde la centralidad, en sus palabras. «Las queremos salir a ganar para que JxCat sea la primera fuerza en el Parlament de Catalunya, y salga un Parlamento con una mayoría independentista» que recupere el espíritu del 1-O, según ha dicho.
También ha situado como prioridades del partido la recuperación tras la pandemia, la igualdad de género, la emergencia climática, y la libertad e igualdad de oportunidades, y ha detallado que JxCat huirá de «recetas fáciles y poco efectivas que lo único que hacen es dividir la ciudadanía entre buenos y malos».
Las ponencias de JxCat –ha defendido Artadi– son innovadoras en la forma de trabajar, se basan en la «diversidad ideológica», y garantizan un trabajo transparente, democrático y comprometido en la lucha contra la corrupción.
PRESOS
Artadi ha lamentado que el secretario general de JxCat y condenado por el 1-O, Jordi Sànchez, no haya podido estar en este acto ni intervenir desde la cárcel de Lledoners, además de criticar la situación de los otros presos del 1-O.
«Por culpa de este Gobierno ‘más progresista de la historia’, que no tiene ningún miramiento, que solo piensa en la venganza y solo piensa en acabar con el independentismo a través de la represión», ha afirmado. En ese sentido, ha pedido asumir «que este es el terreno de juego que marca el Estado español» y no eludirlo, lo que solo conllevaría posponer el problema y renunciar a la república catalana, en sus palabras.
No sería más clarificador que se llamasen Convergència? Porqué presidente y vicepresidentes vienen todos de CDC excepto Jordi Rius que viene del mundo de la empresa. Yo lo veo más como un simple rejuvecimiento de los cuadros convergentes bajo una nueva marca.
Quieren ser el pal de paller del independentismo, pero la Catalunya del 2020 no es la de 1980, donde frente a Pujol estaba el PSC integrado al PSOE. Delante de Junts están ERC y la CUP, con sus defectos, pero que no pueden ser tildados de dependientes de Madrid.