La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha considerado que la subida en el precio de la electricidad de estos días, que ha marcado máximos históricos, se trata de un episodio «coyuntural» y que tiene un impacto «limitado» en el recibo de la luz, y ha subrayado que no se soluciona con una empresa pública de energía, tal y como ha pedido Unidas Podemos, su socio en el Ejecutivo.
En una entrevista a Europa Press, Ribera afirmó que, a pesar de la insistencia de Unidas Podemos, que ha llegado a apostar por una energética pública o incluso por nacionalizar Endesa, sería una medida que «no soluciona nada», ya que las condiciones del mercado eléctrico y del precio del gas «son las mismas» para todos los países de la Unión Europea.

«EDF es una empresa pública francesa y Enel es una empresa pública italiana, y la evolución de los precios en los mercados francés e italiano ha sido la misma que en España, ya que el derecho europeo no permite vender bajo coste, las condiciones del mercado y del precio del gas son las mismas para ellos que para nosotros. Tampoco nos creamos que somos los más torpes», dijo.
Ribera señaló que se ha dado la ‘tormenta perfecta’ con los ingredientes de la ola de frío, que ha provocado un aumento en la demanda de energía, y a los que se han unido la presión en el mercado del gas natural y el incremento en los precios de CO2, lo que ha llevado a registrar ese «incremento coyuntural» en el precio de la electricidad.
Asimismo, incidió en que este incremento en el mercado mayorista eléctrico «no tiene un impacto lineal» en la factura de la luz, por lo que no se traduce en subidas automáticas ni de la misma cuantía en los precios finales que pagan los consumidores, ya que en el recibo hay otros conceptos (peajes, cargos e impuestos) que no se ven afectados por el mercado.
VIGILANCIA DE LA CNMC ANTE LA SUBIDA EN EL PRECIO DE LA LUZ.
Por otra parte, la ministra indicó que, a pesar de que pidió el pasado jueves a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que se vigile y acredite que todo ha funcionado bien en este nuevo episodio de picos en los precios eléctricos, no tiene «ningún indicio» que permita pensar que ha habido irregularidades.
La vicepresidenta cuarta del Gobierno también reiteró que «la prioridad» es, en estas condiciones extremas motivadas por la ola de frío, «garantizar los suministros energéticos en los hogares«, para lo que el sistema eléctrico y gasista, a pesar de «pequeñas incidencias» solventadas con rapidez, está dando muestras de su «robustez». «El sistema está pensado con una holgura de seguridad que nos da confort a todos», dijo.
Estando como estoy teóricamente a favor de una progresiva mayor participación pública en el sector eléctrico dada su condición de sector estratégico,
me parece en cualquier caso absolutamente lamentable, demagógico y populista el comportamiento de Podemos en este tema.
Nacionalizar Endesa así como así, a lo burro encima, no es ni factible económicamente (supongo que lo pagarían ellos de su bolsillo ¿no?) ni la solución inmediata a ningún problema.
Por no hablar del nefasto mensaje que da a la confianza empresarial general.
Una auténtica fumada de un partido carente de la seriedad para estar en el Gobierno.
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En España el precio de la luz es alto por multitud de razones complejas, no porque el accionista de las compañías sean Don Pepito y Don Manolito en vez de la SEPI.
Entre estas razones está por ejemplo, la paralización de la construcción de centrales nucleares con los Gobiernos socialistas de González, con sus posteriores indemnizaciones hasta nuestros días (en referencia a lo que decían por ahí de que en Francia es más barato).
A que la electricidad tenga un IVA del 21% en vez del 4% pese a ser un bien básico de consumo.
A la sobrecapacidad de generación eléctrica «cara» por la burbuja de las renovables no perfeccionadas y las centrales térmicas de ciclo combinado de la época de vacas gordas de los 2000, que además hace que muchas plantas trabajen en % de generación sub-óptimos.
Y por la incapacidad de los Gobiernos de legislar de manera clara y eficiente una regulación de la subasta de energía, y un sistema de subvenciones al consumidor medianamente funcional y comprensible.