El PP que dirige Pablo Casado ha intensificado su relación con el expresidente de Ciudadanos Albert Rivera y ha contratado de nuevo el bufete en el que trabaja para recurrir ante el Tribunal Constitucional la nueva Ley de Educación, más conocida como ‘Ley Celáa’, según han informado fuentes ‘populares’.
Rivera, que se incorporó al despacho de abogados Martínez-Echevarría en marzo del año pasado, se encargó también del recurso del PP ante el Constitucional de la ley catalana de alquileres aprobada por el Parlament en septiembre. Ese recurso de inconstitucionalidad fue admitido a trámite el pasado mes de enero.

Ahora el PP vuelve a recurrir a Rivera para que interponga un recurso contra la reforma educativa promovida por el Gobierno de Sánchez, una norma que se ha convertido en uno de los principales campos de batalla de los ‘populares’ contra el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos.
De hecho, el propio Casado ha anunciado que si llega al Palacio de la Moncloa derogará esa ley que, a su entender, va contra la libertad de los padres para elegir el centro en el que quiere que estudien sus hijos. El PP dispone de plazo hasta el 30 de marzo para presentar ese recurso ante el TC, según puntualizan fuentes del partido.
BUENA RELACIÓN CON CASADO
Casado ya mantenía una relación fluida con Rivera cuando éste presidía el partido naranja y, de hecho, ambos fraguaron los pactos autonómicos de sus partidos en Andalucía, Comunidad de Madrid, Murcia, Castilla y León o alcaldías clave como la Madrid. La sintonía paralela entre el ‘número dos’ del PP, Teodoro García Egea, y la mano derecha de Rivera, José Manuel Villegas, facilitaron que esos acuerdos regionales llegaran a buen puerto.

Pese a la decisión de abandonar la política de Rivera –dimitió el 11 de noviembre de 2019, un día después de que el partido perdiera 2,5 millones de votos y bajara de 57 escaños a 10 en el Congreso–, se ha mantenido la buena relación que mantenía con el presidente de los ‘populares’.
En medio del debate político y mediático sobre la posible absorción del PP por Ciudadanos, sobre todo tras el hundimiento de los naranjas en las elecciones catalanas, fuentes de la dirección del PP precisan que la colaboración con Rivera es «meramente profesional» por los recursos que se han encargado a su despacho de abogados.
Artículo elaborado por EM electomania a partir de información facilitada por Europa Press
Demagogia:
Según Aristóteles, la demagogia es la forma de gobierno que deriva de la degradación y corrupción de la democracia. Aristóteles, en el libro V de Política, establece las causas por las que ocurren las revoluciones en las democráticas y se acaba con ellas.
El surgimiento de la figura del demagogo es la que propicia la caída de la democracia. En el aspecto privado, este denuncia falsamente a los son poseedores de riquezas, y en el público, arrastran a la masa.
En la ciudad de Mégara, por ejemplo, el demagogo, para quedarse con las riquezas y bienes de los notables, los expulsó de la ciudad. Pero cuando consiguieron ser un gran número, con ayuda de las armas retomaron la ciudad y tumbaron la democracia.
Para complacer al pueblo, los demagogos trataban mal a los notables: repartían sus bienes, aumentaban los impuestos, los calumniaban, etc.
Anterior a la época de Aristóteles, los demagogos eran tiranos, pero el auge de la retórica propició que los demagogos surgieran del propio pueblo. La elección de los cargos propició hasta que el pueblo fue soberano de las leyes.
Como vemos, para Aristóteles, el demagogo surgía de entre el pueblo, dinamitaba la convivencia para llegar al poder, y una vez en él, maltrataba a las minorías acomodadas de la ciudad en beneficio del pueblo, pues éste era el que lo mantenía en el gobierno. Posteriormente, la degradación de la democracia era tan alta que era destruida y, según Aristóteles, se restablecía la oligarquía.