Vacunas: administrados unos trece millones de dosis en el mundo

En 1864, Sherman incendió Atlanta, pero eso no es nada comparado con lo que están haciendo los demócratas en la capital del Estado del Melocotón.

Atlanta, Georgia, no ha sido gobernada por un alcalde republicano desde 1879. Lo más significativo es el hecho de que la ciudad ha sido dirigida exclusivamente por demócratas desde la década de 1960 y principios de 1970, el período en el que el Partido Demócrata cayó bajo el dominio de su ala extrema izquierda,

Una de las figuras políticas más importantes de Atlanta durante esta era fue su primer alcalde afroamericano, Maynard Jackson, quien ocupó el cargo durante tres mandatos de cuatro años: 1974-78, 1978-82 y 1990-94. En mayo de 1974, el recién elegido Jackson avivó las tensiones raciales en Atlanta cuando socavó la autoridad del jefe de policía (blanco) en funciones, John Inman, al subordinarlo al recién nombrado «Comisionado de Seguridad Pública», el activista negro Reginald Eaves. Eaves era amigo de Jackson desde hacía mucho tiempo y no tenía experiencia alguna en la aplicación de la ley. Corrompido hasta la médula. Desató más controversia cuando nombró a un ex convicto como su secretario personal e instituyó un sistema de cuotas que daba preferencia a los afroamericanos para contrataciones y ascensos dentro del departamento de policía. Finalmente, en 1978, el alcalde Jackson se vio obligado a despedir a Eaves por el papel que este último había desempeñado en un escándalo en el que había ayudado a los agentes de policía a hacer trampa en los exámenes de ascenso.

En proyectos de obras públicas y contratos municipales, el alcalde Jackson, obsesionado con la raza, presionó por programas de discriminación positiva a favor de las empresas de propiedad negra. Numerosos empresarios locales estaban angustiados por las obvias preferencias raciales de Jackson.

A finales de la década de 1970, la comunidad empresarial de Atlanta se había preocupado cada vez más por el rápido aumento de la tasa de delincuencia en la ciudad. Entre 1978 y 1979, Atlanta experimentó un aumento del 69% en los homicidios. Ahora tenía la tasa de homicidios más alta, y la tasa general de delincuencia más alta, de todas las ciudades de Estados Unidos. La fuerza policial, mientras tanto, disminuyó en tamaño en un 25% entre 1975 y 1979, lo que provocó que los oficiales estuvieran sobrecargados y desmoralizados.

En enero de 1994, cuando finalizaba el tercer y último mandato de Jackson como alcalde, uno de los juicios más explosivos políticamente en la historia de Atlanta se centró en un programa de discriminación positiva mediante el cual la administración de Jackson había tratado de aumentar la presencia de tiendas y negocios propiedad de negros en el Aeropuerto Internacional Hartsfield de Atlanta. Un jurado de un tribunal federal condenó a un excomisionado y concejal del aeropuerto por 83 cargos de fraude postal, 4 cargos de evasión fiscal y 43 cargos de aceptar sobornos de un concesionario aeroportuario a cambio de un trato favorable, como alquiler reducido en el aeropuerto.

En 2002, una investigación de The Atlanta Journal Constitution descubrió que los amigos de Jackson y otro ex alcalde de Atlanta, Bill Campbell (1994-2002), habían recibido durante años «la gran mayoría» de los contratos adjudicados por el aeropuerto de Atlanta que al menos el 80 de los 100 contratos revisados ​​durante la investigación, uno o más de los socios comerciales involucrados habían tenido una relación con Jackson, Campbell o ambos. Además, la mayoría de esos socios habían contribuido con dinero a las campañas de Jackson o Campbell.

En cuanto al alcalde Campbell, de ninguna manera fue este su único contacto con el escándalo político. Una investigación de corrupción federal de siete años resultó, en 2006, en la condena de no menos de diez funcionarios municipales vinculados a su administración. Campbell, por su parte, fue declarado culpable de tres cargos de evasión de impuestos federales.

Donde la corrupción política es alta, a menudo va acompañada de una mala gestión financiera , Atlanta es un buen ejemplo. Durante muchos años, los líderes políticos de la ciudad, a cambio del apoyo político servil de los trabajadores sindicalizados del sector público, prometieron una gama interminable de beneficios de salud y pensiones insosteniblemente exorbitantes a esos empleados. En consecuencia, en 2011, el gobierno de la ciudad de Atlanta debía no menos de $1.5 mil millones en pasivos no financiados sobre las pensiones de sus trabajadores del sector público. Se esperaba que esa ominosa cifra se triplicara en diez años si no se controlaba. Reconociendo la gravedad de la situación, el Ayuntamiento de Atlanta aprobó en 2011 una reestructuración del sistema de pensiones de la ciudad que se había retrasado mucho tiempo.

La mala gestión de las finanzas de Atlanta se refleja también en la situación económica de los residentes de la ciudad en su conjunto. Hoy, alrededor del 29,5% de esos residentes viven en la pobreza. Y según un estudio reciente de Brookings Institution, Atlanta tiene una mayor disparidad entre ricos y pobres que cualquier otra área urbana de Estados Unidos.

ESCOCIA HA CAÍDO

Ahora sí que quiero ver a España primera en una gráfica como esa

https://twitter.com/KylieJaneKremer/status/1345539000312991750?s=19

MARCH FOR TRUMP!

Quedan pocos días para saber si EEUU cae en manos de los enemigos del género humano.