En la política municipal de localidades no tan grandes también se cuecen dramas de lo más variado. Por ejemplo, hoy hemos conocido un pequeño terremoto sucedido en la localidad asturiana de Llanes.
Con 17 concejales, Llanes contaba con un gobierno mayoritariamente conservador gracias al apoyo que la concejal de Izquierda Unida prestaba al gobierno municipal, frente a la oposición del PSOE. Pero hoy todo ha saltado por los aires:
O je kan extraño cuatripartito que duraba ya seis años, en uno de esos matrimonios que une más por lo que se detesta a un tercero que por el afecto propio. Pero, tras dos años de legislatura, la asamblea local de IU ha decidido poner fin a su andadura en común, porque el balance que hace de este segundo mandato es negativo. ” Los 452 electores que nos votaron lo hicieron a sabiendas de que no entraríamos ni ayudaríamos a formar un gobierno del PSOE llanisco y esta sigue siendo una línea roja de la agrupación además de una línea roja personal”
Por tanto, la concejala Priscila Alonso renuncia a sus cargos, pero conservará el acta y no apoyará una posible moción de censura del PSOE. Con ello, de momento, la alcaldía no sufrirá cambios, pero el nuevo equilibrio (ocho concejales apoyando al gobierno municipal, ocho en la oposición, y ella sin tomar partido) será más inestable que nunca.
Ero rẹ
Awon kan wa awọn aṣa lati ọrọìwòye Ti wọn ko ba ni ibamu, wọn yoo yorisi itusilẹ lẹsẹkẹsẹ ati titilai lati oju opo wẹẹbu naa.
EM kii ṣe iduro fun awọn ero ti awọn olumulo rẹ.
Ṣe o fẹ lati ṣe atilẹyin fun wa? Di Olutọju ati ki o gba iyasoto wiwọle si dashboards.