Todo estaba paralizado a la espera de las elecciones del 26 de mayo, porque nadie quería descubrir su estrategia, ni conocía la fuerza que él mismo y los demás iban a tener tras las municipales y autonómicas.
Pasado el trago electoral hay claros triunfadores y perdedores. Casi todas las cartas están en manos de Sánchez, que puede escoger entre varias vías y cuenta con la debilidad de sus dos potenciales aliados: Podemos y Ciudadanos.
Podemos ha salido muy tocado de las elecciones, con escasa capacidad para forzar acuerdos en comunidades y ayuntamientos, porque en muchas no es necesario, en otras no tiene suficiente presencia, y en donde mejores resultados ha conseguido ha sido con otras siglas… La conocida aspiración de Iglesias de contar con varios ministerios se tambalea.
También está en el aire la determinación de Rivera de oponer un “cordón sanitario” al gobierno socialista. Las primeras grietas pueden surgir a nivel territorial: Ciudadanos es pieza clave en varias comunidades autónomas, como Aragón, Madrid (donde parece inclinarse hacia la derecha por el “efecto Carmena”) o Castilla y León (donde podría ocurrir lo contrario, pues ahí existe un fuerte incentivo para desalojar a un Partido Popular que lleva décadas en el poder). Algunas otras comunidades, y numerosas capitales y ciudades importantes dependen de Ciudadanos. ¿Aguantará Rivera la presión o acabará por ceder y pactar con Sánchez, incluso a nivel nacional? Ciudadanos necesita visibilidad, tocar poder en algún sitio para que estos cuatro años no resulten demasiado largos, y eso exigirá decisiones que no gustarán, seguro, a una parte de su electorado.
Se empieza a insinuar, por otro lado, la posibilidad de pactos o al menos apoyos que hace un mes nos hubieran parecido impensables, como que PSC e incluso Manuel Valls abran la puerta a un gobierno de Colau en Barcelona, cerrándosela a Maragall.
Como telón de fondo está el previsible apoyo de algunos partidos regionalistas y nacionalistas moderados a un futuro gobierno de Sánchez, pero incluso eso se deberá negociar individualmente. Diferente es, de momento, la actitud del PSOE hacia los independentistas: prefiere que no tengan nada que ver con su investidura.
Aún así, estamos aún en la fase preliminar. Casi todos los movimientos se están produciendo entre bambalinas y muy pocos salen a la luz. Pero en los próximos días eso empezará a cambiar. A mediados de junio debería estar todo el pescado vendido.
Tu opinión
Existen unas normas para comentar que si no se cumplen conllevan la expulsión inmediata y permanente de la web.
EM no se responsabiliza de las opiniones de sus usuarios.
¿Quieres apoyarnos? Hazte Patrón y consigue acceso exclusivo a los paneles.