¿Está el paro dejando de bajar? ¿De quién es la culpa?

Los datos de los últimos meses empiezan a preocupar. Aunque el desempleo está bajando, y va a seguir haciéndolo durante un tiempo aún, (en materia económica, las incercias son muy difíciles de quebrar), el ritmo de creación de empleo ya no es el que era hace un año.

Datos de los servicios de empleo, diciembre de 2015

>>La espectacular mejora del desempleo experimentada durante 2014 y 2015 no es consecuencia de la acción del gobierno, sino el lógico efecto rebote de los desastres ocurridos entre 2008 y 2012<<

La economía española es una máquina de crear desempleo. Y lo es no por ningún defecto mágico, o por alguna fatalidad, sino porque la regulación del mercado de trabajo y las relaciones laborales lo permiten. Cuando las cosas van muy bien, en los momentos más altos de los ciclos económicos, España alcanza niveles de paro un poco superiores a los del resto de Europa. Cuando van mal, muy mal, en los momentos más profundos de las crisis, el desempleo en España llega a triplicar la media europea.

¿Cómo puede el PP presentar esto como una “bajada” del paro?

Han pasado cuarenta años de democracia, varias crisis y varias expansiones económicas, pero esta regla se mantiene inmutable. Dan igual los gobiernos. Dan igual las políticas: en la bonanza estamos un poco peor que nuestros vecinos, pero en la crisis estamos rematadamente peor que ellos.

El gobierno de Mariano Rajoy no ha cambiado el marco de las relaciones laborales en España. Aprobó una reforma laboral que no atacaba el fondo del problema: se quedó en una limitación de las indemnizaciones por despido, y poco más. Sus efectos han sido muy limitados, ni tan benéficos como dicen en su partido, ni tan desastrosos como proclaman sus adversarios.

Lo que necesitamos es una auténtica reforma estructural del mercado de trabajo. Cambiarlo de arriba abajo, rediseñarlo de nuevo, y empezar de cero para garantizar de una vez mejores condiciones laborales para todos. No tenemos por qué resignarnos a vivir siempre con tasas de desempleo que serían inconcebibles en muchos otros países de Occidente.

>>La propuesta de contrato único que formuló Ciudadanos en la campaña electoral fue denostada injustamente aprovechando el tradicional maniqueísmo de nuestro país<<

La profunda reforma que necesitamos puede hacerse en el sentido liberalizador que propone Ciudadanos, o en el sentido contrario, como defiende Podemos e incluso el PSOE. La propuesta de contrato único que formuló Ciudadanos en la campaña electoral fue denostada injustamente aprovechando el tradicional maniqueísmo de nuestro país. Quizás al hacerlo algunos consiguieron unos pocos votos, pero desde luego no le hicieron ningún favor al debate que debemos establecer en esta materia. La idea de transformar la vieja indemnización por despido en una aportación que realizan las empresas a lo largo de la vida laboral de los trabajadores, y que pertenece a éstos (la llamada mochila austríaca) es también una aportación muy valiosa que por desgracia se perdió entre descalificaciones y soflamas. Y así con todo. Gracias, Pablo, gracias, Pedro.

>>Si seguimos confundiendo al elector, halagándole los oídos, y convenciéndole de que la única solución es aumentar las prestaciones por desempleo, lo que haremos realmente será agravar aún más el problema.<<

Proyección FMI hasta 2020. Fuente El Captor.es

>El discurso de Podemos en esta materia ignora la realidad económica, y de llevarse a la práctica nos llevaría directos a tasas de desempleo aún mayores<<

La realidad es que, nos guste o no, necesitamos un debate serio, sin límites ni prejuicios ideológicos, sobre este asunto. Las propuestas concretas que se formulen son discutibles, y pueden resultar mejores o peores, pero lo que admite menos discusión es que no encontraremos la solución al problema si nos empeñamos en seguir poniendo parches o en aumentar el tamaño de los que ya tenemos, al estilo, bastante irresponsable, que propone Podemos. El traje está demasiado roto: basta ya de defender los remiendos que solo sirven para estropearlo más.