Con la resaca del anuncio de la convocatoria electoral aún en el aire empiezan a surgir varias preguntas cuya respuesta no sabremos hasta la noche electoral.
Nuestras cuartas elecciones en menos de cuatro años nos convierten en uno de los países con un panorama político más agitado de Europa (y ya es decir, con países como Reino Unido o Italia viviendo auténticas revoluciones parlamentarias en los últimos meses).
Hoy vamos a repasar las dudas que afrontan los principales partidos de cara a las elecciones.
¿Cómo afectará la abstención al resultado?
Sin duda la protagonista de los comicios será la abstención. Todos los sondeos realizados hasta la fecha apuntan a un repunte de la gente que no irá a las urnas.
Si bien las encuestas indican que los resultados serían muy similares a los actuales, el temor de alguna de las formaciones es la desmovilización de los votantes.
La culpabilidad del adelanto, ¿quién ganará el relato?
Otra de las claves de estas elecciones será a quién acusen los españoles de no haberse formado Gobierno o, directamente, del adelanto. La formación que sea vista mayoritariamente como culpable podría sufrir un fuerte voto de castigo que se traduzca en más abstención o en trasvase a otras formaciones.
Las expectativas
Otro factor importante son las expectativas con las que parten los partidos antes del inicio de la campaña. No es lo mismo partir de un escenario de bajada y llegar al escrutinio con un resultado decente, que anticipar un aumento de los apoyos y que no se materialice. Aquí tendrán mucho que decir los sondeos que se publiquen desde ahora (teniendo en cuenta que la mayor parte de la campaña estaremos en blanco, salvo por el emojiPanel).
El debate
De llevarse a cabo, el debate electoral sufrirá dos importantes cambios respecto a los anteriores: Vox estará presente por primera vez, por lo que será como mínimo un debate a 5, y no habrá sondeos que calibren cómo afectan al resultado.
Aunque los partidos encargan sus trackings para seguir la campaña, los españoles que son quienes votan, no podrán saber si la formación a la que pretenden votar se ve beneficiada o perjudicada tras el debate, por lo que el resultado final podría sufrir una fuerte variación respecto a los últimos sondeos publicados.
Los candidatos
Parece descartado que haya un cambio de candidato en las formaciones que concurren a las elecciones de noviembre. Si alguna de las fuerzas políticas se animara a proponer a otra persona como candidato/a a la Presidencia, el tablero político cambiaría totalmente y entraríamos en un escenario totalmente distinto, que sin duda afectaría a la intención de voto de varias fuerzas.
La irrupción de nuevos partidos o renuncia a presentarse de otros
La principal duda a día de hoy es qué hará Errejón ante las elecciones. Aunque desde su entorno se han mostrado contrarios a presentarse a las Generales, un movimiento de última hora con una nueva lista a nivel nacional supondría un cambio sustancial en la intención de voto y, sobre todo, estimación de escaños de todas las fuerzas políticas.
De igual forma, si algún otro partido decidiera presentarse o alguno de los que ya lo hicieron decidiera no hacerlo, podría moverse algo la intención de voto, y cambiar las expectativas de las formaciones.
Los cisnes negros
No hay que descartar el efecto que pudieran ocasionar durante la precampaña y la campaña la aparición de algún “cisne negro”, es decir, acontecimiento que marque a la sociedad española y provoque un cambio de intención de voto.
Entre los potenciales cisnes negros que podrán surgir está la sentencia del procès (y la reacción de Cataluña al respecto) o la sentencia de los EREs, que verá la luz en breve.
Una campaña con otros tiempos
Por último, una de las cosas más destacables de esta convocatoria es la campaña, que tras la reforma de la ley electoral se reduce a 8 días y, debido a la casualidad, la coincidencia del inicio de la misma con un festivo/puente que hará que se estreche aún más.
La pegada de carteles se llevará a cabo la noche de Halloween (el 31 de octubre), dando inicio a la misma el día de difuntos (1 de noviembre, festivo y viernes).
Por tanto, a la vuelta del fin de semana será el último día que se puedan difundir encuestas, y tras el inicio de la prohibición, la celebración de los debates y el cierre de la campaña.
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