El Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR), John Sopko, ha avisado este viernes de que el Departamento de Estado y el Pentágono ocultan información sobre su trabajo el país centroasiático que “casi con certeza habría beneficiado al Congreso y al público al evaluar si se hacían progresos”.
“La imagen completa de lo que sucedió en agosto, y todas las señales de advertencia que podrían haber predicho ese resultado, solo se revelará si la información que los Departamentos de Estado y Defensa tienen restringida a la divulgación pública se hace disponible”, ha subrayado Sopko en una intervención en la Conferencia de la Asociación de Editores y Reporteros Militares en Arlington, en el estado Virginia.
Sopko, quien ha sido crítico con el desarrollo de la presencia estadounidense en Afganistán, ha demandado a los departamentos de Defensa y Estado que divulguen toda la información al respecto, recoge la cadena estadounidense CNN.
Según ha indicado, la restricción de información por parte del Pentágono se remonta a 2015 y se trata de datos relacionados con “el desempeño de las fuerzas de seguridad afganas”, en concreto sobre “víctimas, fuerza de las unidades, deficiencias en el entrenamiento y las operaciones, la preparación táctica y operativa de los líderes militares afganos, evaluaciones completas del liderazgo de las fuerzas de seguridad afganas” y tasas de disponibilidad operativa”.
Esta información habría ayudado al Congreso y a evaluar “si se deberían haber terminado los esfuerzos” de Estados Unidos en Afganistán, ha apostillado, para aseverar que se trataba de “casi toda la información que se necesitaba para determinar si las fuerzas de seguridad afganas eran una fuerza de combate real o un castillo de naipes a la espera de caer”. El Ejército afgano cayó en un lapso de menos de dos semanas cuando los talibán comenzaron la toma del país.
Por otro lado, Sopko ha criticado la solicitud del Departamento de Estado de “suspender temporalmente el acceso” a todos los “informes de auditoría, inspección y auditoría financiera”, en el sitio web de SIGAR tras la caída de Kabul el 15 de agosto, justificándose en que esos datos “podrían poner en riesgo a los aliados afganos”.
Para Sopko, estas solicitudes “no tenían ningún sentido”, al igual que pedir que se eliminara el nombre del expresidente de Afganistán Ashraf Ghani.
“Deberían desclasificar y poner a disposición del SIGAR y del Congreso todos los informes y otros materiales internos del Departamento de Defensa y del Departamento de Estado que reflejen la situación de seguridad en el terreno durante los últimos años, especialmente aquellos informes que difieran de las declaraciones públicas de las agencias en Washington”, ha clamado el SIGAR.
Los talibán se hicieron con el poder en Afganistán a mediados de agosto tras entrar en Kabul poco después de la huida del país del entonces presidente, Ashraf Ghani, lo que derivó en dos semanas de evacuaciones por parte de Estados Unidos y sus aliados, hasta la retirada final del personal y las tropas el 31 de agosto.
Artículo elaborado por EM a partir de un teletipo de
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