En los últimos días hemos visto cómo una serie de disturbios se multiplican por varias ciudades de nuestro país. Lo que empezó como una trifulca callejera en Barcelona tras una manifestación de negacionistas, ha derivado en altercados más graves que incluyen el saqueo a ciertas tiendas o comercios en otros puntos de nuestra geografía.
Inicialmente se interpretó el origen de los altercados como una nueva entrega de destrozos del mobiliario urbano en Barcelona, algo que muchos de los habitantes de la ciudad conocen desde hace años pues es tónica más o menos habitual que al finalizar manifestaciones grupúsculos de antisistema se lancen a causar el ‘caos’ en calles y establecimientos del centro.
Tras la primera noche con saqueo en una tienda de decathlon incluído, varias voces se alzaron para manifestar públicamente el rechazo ante esos actos, siendo la más difundida la del candidato de Vox a la Generalitat de Cataluña, que hablaba de grupos de “trabajadores en el paro, padres sin nómina y autónomos” como el origen de los altercados, y la mala situación económica y el “encierro” como gota que había colmado el vaso.
También se apuntó desde varias agrupaciones locales de Vox hacia la presencia de menas como causa de los disturbios, si bien es cierto que dirigentes como Santiago Abascal o Macarena Olona se apresuraron a desmarcarse de esa línea y publicaron tuits para condenar los ataques a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Distintos puntos, ¿mismo patrón?
Los disturbios registrados ayer en Madrid, Logroño, Málaga o Granada tenían un componente en común: la protesta a partir del inicio del toque de queda y las cargas contra los agentes de policía con piedras y otros objetos. Algo similar se vio en Burgos el día anterior en el barrio de Gamonal.
A partir de ahí, varias son las teorías de quiénes componen estos grupos de violentos: la prensa malagueña señalaba a grupos de neonazis y componentes del ‘frente bokerón’ como posibles infiltrados, mientras desde Cataluña los mossos creían que no era posible identificar a los participantes como una masa homogénea ya que estaría compuesta por miembros de distintos grupos ideológicos.
Muchos han sido los vídeos subidos por los usuarios en los que se observan distintos comportamientos de los violentos, y mientras unos ven la presencia clara de la ultraderecha ante el llamamiento de ciertos grupos mediáticos o políticos, otros observan una revuelta contra las restricciones del Gobierno. Hay quien incluso sostiene que se persigue justificar un ‘confinamiento duro’ con estas imágenes.
La verdad, como siempre, nos la traerá el tiempo. Mientras tanto, confiemos en que se atajen los actos vandálicos y, sobre todo, mantengamos las medidas anti-COVID para evitar males mayores.
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