En los últimos meses, la figura de Javier Milei y su gobierno han sido objeto de un creciente escrutinio por parte de la sociedad argentina. Diversos sondeos nacionales revelan una tendencia negativa en la percepción de su gestión, evidenciando un deterioro en la imagen del presidente y en las expectativas económicas del país. Este descenso en la valoración pública se produce en un contexto de incertidumbre política y económica que parece estar influyendo de manera significativa en la opinión de los ciudadanos.
El deterioro en la aprobación de la gestión y la imagen presidencial
Las encuestas recientes muestran una caída constante en la aprobación general de la gestión de Milei. Según datos de Opina Argentina, la proporción de personas que aprueban la gestión del gobierno ha descendido notablemente desde junio, cuando un 51% la valoraba positivamente. Sin embargo, para septiembre, este porcentaje cayó al 41%, mientras que la desaprobación aumentó del 47% al 56% en el mismo período.
En línea con esta tendencia, la imagen personal del presidente también ha sufrido un deterioro considerable. Datos de CB Consultora Opinión Pública reflejan que la imagen positiva de Milei ha pasado de un 55,7% en junio a un 46,4% en septiembre. Este descenso se acompaña de un aumento en la imagen negativa del presidente, que subió del 41,9% al 50,4% en el mismo período. Este cambio en la valoración de la figura presidencial sugiere una creciente desilusión entre los votantes, que podría estar relacionada tanto con la gestión económica como con la percepción de la dirección política del país.
Expectativas económicas y rumbo del país
La situación económica es, sin duda, uno de los factores que más influye en la percepción pública del gobierno. Según una encuesta de Synopsis, las expectativas económicas de los argentinos han empeorado significativamente en los últimos meses. En junio, un 46,1% de los encuestados esperaba que la situación económica mejorara en el próximo año, pero en septiembre, solo un 37,8% mantenía ese optimismo. Simultáneamente, el porcentaje de personas que anticipan un empeoramiento de la economía ha aumentado del 40,8% al 46,8%, reflejando un creciente pesimismo sobre el futuro económico del país.
Este sentimiento de pesimismo se extiende al rumbo general de la nación. Los datos de la consultora Proyección muestran que el optimismo sobre el futuro de Argentina ha disminuido del 35,6% en junio al 29,8% en septiembre, mientras que el pesimismo y la incertidumbre han crecido notablemente. En septiembre, el 45,3% de los encuestados expresaron incertidumbre sobre el rumbo del país, un aumento significativo desde el 40,8% registrado en junio.
En el contexto de estos datos, es relevante también analizar las prioridades presupuestarias de los ciudadanos. Según una encuesta de la Universidad de San Andrés, la mayoría de los argentinos considera que se deben aumentar los fondos destinados a salud pública y jubilaciones, con un 82% de los encuestados apoyando esta medida. Este consenso refleja una preocupación generalizada por la situación social y económica del país, que podría estar contribuyendo a la caída en la valoración del gobierno. Además, un 56% de los encuestados opinó que se deben reducir los subsidios a empresas, lo que indica una demanda de cambios en la estructura de las políticas económicas.
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