La política argentina se encuentra en un punto de máxima ebullición, con tensiones que atraviesan no solo al peronismo, sino también a la emergente alianza entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO. Dos escenarios de disputas internas que marcarán el futuro inmediato del país, mientras se vislumbran las elecciones de 2025 y se redefinen los liderazgos en ambos frentes.
El peronismo: Cristina Kirchner y la batalla por el PJ
Cristina Fernández de Kirchner ha decidido ir a fondo en su lucha por la presidencia del Partido Justicialista (PJ), desatando una tormenta interna que pone en riesgo la unidad del kirchnerismo y del propio peronismo. Su candidatura, que en principio podría no parecer seductora para la ex presidenta, es vista como un movimiento clave para asegurar el control del partido y, sobre todo, las futuras listas electorales de cara a 2027.
Sin embargo, el desafío no es menor. Cristina ha dejado en evidencia una profunda división al acusar directamente a Axel Kicillof, el gobernador de Buenos Aires, de traidor por no respaldar su candidatura y por, supuestamente, trabajar en favor de Ricardo Quintela, el gobernador de La Rioja, quien también compite por la presidencia del PJ. Esta fractura dentro del propio kirchnerismo pone en riesgo el dominio de la ex mandataria sobre su principal bastión, la provincia de Buenos Aires, y evidencia que ya no goza del liderazgo incuestionable que ostentaba en el pasado.
El malestar de Cristina con Kicillof ha sido público, con declaraciones que lo señalan como responsable de avalar un sistema de apoyos paralelo para Quintela. La frase “los Poncio Pilatos y los Judas en el peronismo no van más”, pronunciada en una reunión a puertas cerradas, no tardó en difundirse como una crítica directa al gobernador bonaerense, quien busca proyectarse como candidato presidencial para 2027.
Por otro lado, Quintela ha aprovechado esta disputa para posicionarse como un líder del peronismo tradicional, planteando un discurso más conciliador y llamando a dejar atrás las divisiones internas. Su equipo ha trabajado intensamente para reunir los avales necesarios y competir en las elecciones internas del PJ, lo que podría fracturar aún más al partido si no se llega a un acuerdo de última hora.
La Libertad Avanza y el PRO: alianzas y desconfianza
En paralelo, la relación entre La Libertad Avanza (LLA) de Javier Milei y el PRO de Mauricio Macri también vive tensiones crecientes. A pesar de que ambos espacios comparten un electorado pro-mercado, las disputas internas están marcando una relación cada vez más incierta. Por un lado, Karina Milei, hermana del presidente y mano derecha en el brazo político, ha dejado claro que no está dispuesta a compartir espacios de poder con el PRO, especialmente en la Ciudad de Buenos Aires, el bastión histórico del macrismo.
La figura de Eduardo “Lule” Menem, referente político de La Libertad Avanza, ha sido clave en la estrategia de Karina Milei para desplazar a Mauricio Macri del escenario y hacerse con el control de la capital. En este contexto, la visita de Diego Santilli a Menem en la Casa Rosada fue interpretada como un intento del PRO de buscar un acercamiento, pero también ha sido vista con recelo por sectores del macrismo que temen ser “absorbidos” por el creciente poder de los libertarios.
Por otro lado, Javier Milei ha expresado en varias ocasiones su deseo de consolidar una alianza pro-mercado de cara a 2025, pero con la condición de que se deje a un lado a quienes representan el pasado, en clara referencia a Macri. En este sentido, Milei ve en el PRO un socio potencial, pero solo si se alinean bajo una misma bandera liberal. Este escenario ha generado inquietud en las filas del macrismo, que ven cómo los libertarios podrían ganar terreno en territorios clave como la provincia de Buenos Aires, donde una alianza electoral entre ambos podría derrotar al peronismo.
2025, primera cita clave
El panorama político argentino está marcado por profundas tensiones internas en sus principales espacios de poder. Cristina Kirchner se enfrenta al desafío de mantener su liderazgo en el peronismo, mientras Axel Kicillof y Ricardo Quintela emergen como actores claves en la disputa por el control del PJ. Al mismo tiempo, La Libertad Avanza y el PRO intentan definir sus relaciones de cara a las futuras elecciones, con un Javier Milei que busca consolidar su espacio y desplazar a Mauricio Macri del tablero político.
En este clima de incertidumbre y desconfianza, el futuro de ambos frentes depende de las negociaciones y los acuerdos que logren forjar en los próximos meses, mientras el país sigue expectante ante los posibles cambios de liderazgo y alianzas que definirán el rumbo de Argentina. La primera cita electoral que permitirá medir la correlación de fuerzas y forzará a definir los espacios políticos y sus candidaturas serán las elecciones legislativas de 2025, para las que los sondeos arrojan interesantes datos situando a LLA en primer lugar seguido por el kirchnerismo.
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