El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha sorprendido al ofrecer su ayuda para resolver la creciente crisis de violencia en Haití, que ha llevado al país caribeño al borde del colapso en las últimas semanas. A través de su cuenta de la red social X, anteriormente conocida como Twitter, Bukele afirmó que “podemos arreglarlo”, pero destacó que se requeriría una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento del país anfitrión y la cobertura de todos los gastos de la misión.
La capital de Haití, Puerto Príncipe, ha sido testigo de un aumento alarmante de la violencia entre las bandas rivales, exacerbada por la fuga de 4.500 presos de la principal cárcel de la ciudad el pasado fin de semana. La situación se ha vuelto aún más tensa con las amenazas del líder criminal Jimmy Chérizier, alias ‘Barbecue’, quien ha instado al primer ministro Ariel Henry a dimitir o enfrentar una “guerra civil”.
La oferta de ayuda de Bukele se produce en un momento en que Haití espera el despliegue de una misión multinacional liderada por Kenia, aprobada por las Naciones Unidas en octubre pasado. Sin embargo, la intervención propuesta por el presidente salvadoreño plantea preguntas sobre la legitimidad y el enfoque que se tomaría.
El Salvador, bajo el liderazgo de Bukele, ha experimentado una disminución significativa de la violencia en los últimos dos años gracias a su controvertida política de “mano dura” contra las pandillas. A través de un régimen de excepción implementado en marzo de 2022, se han suprimido derechos constitucionales, permitiendo la intervención en la correspondencia y celulares de sospechosos, y extendiendo la ventana para detenciones administrativas a 15 días.
A pesar de la aparente efectividad de esta estrategia, que ha llevado a la detención de 78.175 personas y una marcada reducción en la tasa de homicidios, ha generado críticas y advertencias de organismos de derechos humanos. Organizaciones como Cristosal y Amnistía Internacional han documentado más de 3.500 denuncias de violaciones a los derechos humanos, incluyendo detenciones arbitrarias, torturas y muertes bajo custodia estatal.
La oferta de Bukele para intervenir en Haití plantea la preocupación de que su enfoque controvertido, que ha tenido éxito en El Salvador pero ha sido objeto de críticas por abusos a los derechos humanos, pueda repetirse en un contexto internacional. La comunidad internacional observa con atención mientras se debate la viabilidad y las implicaciones de la propuesta del presidente salvadoreño para abordar la crisis en Haití.
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