Las elecciones legislativas celebradas este fin de semana en la República Checa confirman la victoria del movimiento populista ANO (Sí), liderado por el ex primer ministro Andrej Babiš, que logra un 34,5 % de los votos y 80 de los 200 escaños de la Cámara Baja. La formación se consolida como fuerza dominante en un escenario político caracterizado por la fragmentación y la debilidad de las coaliciones gubernamentales.
Avance de ANO y retroceso limitado de SPOLU
El segundo puesto corresponde a la alianza de centroderecha SPOLU (ODS, KDU-ČSL y TOP 09), encabezada por el actual primer ministro Petr Fiala, que obtiene un 23,4 % de los votos y 52 escaños. Aunque el bloque conserva una base sólida, la distancia con Babiš se amplía, lo que refuerza el liderazgo del ex primer ministro y su capacidad para marcar la agenda política en la próxima legislatura.
Dentro de SPOLU, los liberales-conservadores de ODS mantienen 27 escaños, seguidos por KDU-ČSL con 16 y TOP 09 con 9. La pérdida de dinamismo de la coalición refleja el desgaste del gobierno de Fiala tras años de inflación y descontento con la gestión económica.
La fragmentación del centro y la izquierda
Los Alcaldes e Independientes (STAN) conservan 22 diputados con un 11,2 %, consolidándose como socio bisagra entre el centro y la oposición liberal. Por su parte, el Partido Pirata (Pirátská strana) logra 9 % y 16 escaños, manteniendo presencia parlamentaria relevante pese a su retroceso respecto a 2021.
La coalición Stačilo!, que agrupa a comunistas y socialdemócratas, se queda fuera del Parlamento al no superar el 5 % mínimo, reflejando la desaparición de la izquierda tradicional en Chequia.
Emergencia de nuevos actores
En el flanco derecho, el movimiento Motoristé sobě, centrado en un discurso populista antiestablishment, obtiene 6,8 %y 13 escaños, mientras que el partido Svoboda a přímá demokracie (SPD) se mantiene con 7,8 % y 10 escaños, confirmando la estabilidad de la ultraderecha checa.
Otras formaciones menores, como Svobodní y Trikolóra, suman representación testimonial (dos escaños cada una), mientras que la agrupación Přísaha, que aspiraba a irrumpir con un mensaje de regeneración, no logra escaños.
Posibles combinaciones de gobierno
Con 101 diputados necesarios para la mayoría absoluta, ningún bloque puede gobernar en solitario. El escenario más plausible es un gobierno minoritario de ANO, apoyado externamente por partidos más pequeños, o una gran coalición parcial entre ANO y alguna de las formaciones del actual bloque gubernamental, algo políticamente complejo pero no imposible dada la aritmética parlamentaria.
Otra opción sería la continuidad del bloque SPOLU–STAN–Piratas, aunque el retroceso conjunto lo deja lejos de la mayoría (apenas 90 escaños).
Un giro hacia el conservadurismo
El resultado confirma la reorientación del país hacia el liderazgo populista de Babiš, cuya figura sigue polarizando la política checa. La combinación de desgaste económico, fragmentación del centroizquierda y fatiga del electorado con las coaliciones tradicionales ha devuelto a ANO una posición de fuerza que puede marcar el rumbo del país hasta las próximas elecciones de 2029.
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