Comienza la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Uruguay

Los ciudadanos de Uruguay deciden este domingo el futuro político del país en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, con el voto obligatorio como marca la Constitución Nacional. En esta jornada, los uruguayos tendrán que elegir entre las fórmulas de Álvaro Delgado y Valeria Ripoll, por el oficialista Partido Nacional, o Yamandú Orsi y Carolina Cosse, por el opositor Frente Amplio.

Los 7.225 centros de votación habilitados abrieron a las 8:00 hora local (11:00 GMT) y permanecerán operativos hasta las 19:30 (22:30 GMT). Para quien no acuda a las urnas, las autoridades recuerdan que será sancionado con multas, una medida que refuerza el carácter obligatorio del sufragio.

El candidato que logre la mayoría simple se convertirá en el sucesor de Luis Lacalle Pou y asumirá el gobierno el 1 de marzo de 2025 hasta el 1 de marzo de 2030. Por ello, ambos bloques llegan a esta jornada con la expectativa de una definición reñida.

Orsi, candidato del Frente Amplio y exintendente de Canelones, acudirá a votar a las 10:30 hora local (13:30 GMT) en un centro de estudios de su departamento, mientras que Delgado, abanderado del Partido Nacional, lo hará al mediodía (15:00 GMT) en el Club Banco República, en Montevideo. También se espera la participación de figuras históricas como José Mujica, quien ya ha adelantado que será de los primeros en votar a las 8:00 (11:00 GMT), fiel a su costumbre de acudir temprano a las urnas.

Por la noche, tras el cierre de los centros de votación, comenzará el escrutinio y las primeras proyecciones se conocerán alrededor de las 21:30 hora local (00:30 GMT). La Corte Electoral se encargará de procesar y centralizar los resultados, marcando así el inicio de una nueva etapa en la política uruguaya.

Uruguay vive este domingo una jornada decisiva que definirá el rumbo del país en los próximos cinco años. En palabras de los candidatos, este es un momento para decidir entre continuidad o cambio, siempre bajo la premisa de mantener la estabilidad democrática que caracteriza al país sudamericano.