Supongo que la valoración del líder que sigue subiendo y los debates estarán dando sus frutos.

Posiblemente sea un poco de todo.

Pero tienes razón en una cosa. Nos encantan las encuestas y por eso solemos tender a darles validez casi electoral.

Y se pueden equivocar. Tanto antes, como ahora.

Al parecer es una combinación de múltiples factores:

No hay que olvidar que ahora mismo hay un gobierno casi paritario entre La Unión y el SPD. Al ser el SPD la parte de centroizquierda del gobierno, se le dieron los ministerios más sociales, y al parecer los programas sociales acometidos por los ministros del SPD han gozado de amplia popularidad entre el electorado alemán. Es importante también tener en cuenta que Alemania es un país en el lo que se conoce como media literacy (educación mediática en español, o sea, la capacidad para acceder y analizar y evaluar críticamente lo que dicen los medios de comunicación) así como la propia calidad y rigor de los medios de comunicación es excepcionalmente alta, así que a diferencia de un muchos otros casos en los que el socio mayor del gobierno se lleva los méritos de lo hecho por el socio pequeño porque la gente no se entera, el electorado alemán sabe bastante bien qué han hecho los ministros del SPD y qué han hecho los de la CDU, y premiará o castigará a los dos partidos consecuentemente.

Otro factor es que, a diferencia de en las últimas elecciones, la cúpula del SPD ahora mismo está en manos de la facción más radical del partido con diferencia, y han elaborado un ambicioso programa reformista que está ilusionando a mucha gente y atrayendo a votantes jóvenes urbanitas de izquierdas de Grüne que no se habrían planteado votar al SPD "por carca" (por mucho que Grüne verdaderamente no esté a su izquierda, hasta ahora había logrado venderse mejor ante ese electorado) e incluso de Die Linke.

... pero a la vez que la cúpula y el programa del partido está más a la izquierda que en mucho mucho tiempo, después de haber gobernado 12 de los últimos 16 años con la CDU, ganándose reputación de partido de confianza y moderado y logrando la simpatía de una muy amplia porción del electorado de la CDU (un electorado ya de por sí no muy dado a demonizar a la izquierda y entre el que mucha gente se podría ver viendo votar al SPD o a Grüne puntual o incluso habitualmente), y habiendo nominado como candidato a Scholz, ministro del gabinete de Merkel con fama de llevar muy muy a rajatabla lo de llevar unas cuentas públicas sensatas y responsables, además de inspirar imagen de moderado, presidenciable, y abierto al pacto y al diálogo, han logrado que este claro giro programático a la izquierda no esté siendo en absoluto un lastre a la hora de pescar votos de la CDU sino todo lo contrario, siendo todo un éxito esta bicefalia entre una cúpula del partido muy escorada a la izquierda y un candidato a cánciller muy escorado al centro.

Entre eso, las cagadas de los candidatos de La Unión y de Grüne (a parte de la total falta de carisma del primero, y que Merkel ya no se presente, el SPD se ha encontrado con un panorama inmejorable.