En la sesión de hoy en el Congreso de los Diputados, se ha producido un profundo desencuentro entre Pedro Sánchez y Pablo Casado a cuenta de la situación en Marruecos.

Pablo Casado ha mostrado su apoyo al Gobierno en las medidas adoptadas pero, al mismo tiempo, ha desgranado una retahíla de críticas a la actuación del ejecutivo en esta materia, culpándole de la situación existente. "Ayer le llamé para decirle que tiene nuestro apoyo", afirmó Casado, para, a continuación, desgranar una oleada de críticas a la gestión del asunto Ghali, errores diplomáticos, no viajar a Marruecos, el efecto llamada del Aquarius, criticar las devoluciones en caliente, no reaccionar ante la ocupación de aguas canarias, etc. "No ha sabido gestionar ni la crisis sanitaria, ni económica, ni la territorial ni la internacional". "Le queda grande el Gobierno".

Por su parte, Pedro Sánchez ha respondido a Casado que su actitud no es admisible, y que, en lugar de ponerse del lado del ejecutivo ante un desafío a su soberanía, lo que hace, una vez más, es minar la confianza y buscar acabar con el gobierno. "Ojalá abandonen esa oposición desleal con el Estado y asuman su responsabilidad". "Usted en una conversación privada dice que apoya al Gobierno" pero "aquí (en el Congreso) hace justo lo contrario.

El grado de crispación y de desencuentro producido en un asunto de interés nacional, no por esperado, ha dejado de sorprender, por los niveles alcanzados, a los presentes en la sesión parlamentaria.