El calendario avanza y quedan poco más de dos semanas para que los partidos catalanes lleguen a un acuerdo antes de que tengan que convocarse nuevas elecciones autonómicas.
Las negociaciones entre ERC y Junts parecen haber encallado definitivamente, aunque todavía no puede descartarse que se produzca un giro que permita volver a ellas.
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Una vez rotas en primera instancia las negociaciones con Junts, ERC no ha permanecido parada, sino que apuesta ahora por un ejecutivo en solitario, apoyado desde fuera por la CUP y ECP.
Ayer mismo se aceleraron las conversaciones entre ERC y ECP, que avanzan a buen ritmo. Aparte de asuntos programáticos, la mayor discrepancia estriba, precisamente, en la intención de estos últimos de entrar directamente en el gobierno, a diferencia de la propuesta de ERC, que implicaría tan solo un apoyo parlamentario. El otro escollo fundamental está en la pretensión de los republicanos de que ECP no se oponga a que el gobierno que se constituya tenga un carácter independentista, aunque sea dentro de un programa no tan radical como el de Junts.
Sin embargo, incluso aunque se lograra un consenso final entre ERC y ECP, y este contara con los votos de la CUP, aún necesitarían cuatro votos más para sacar adelante la investidura, o bien la abstención de otra fuerza política.
En este sentido, Salvador Illa se ha manifestado tajantemente esta mañana en declaraciones a TVE1: el PSC no va a abstenerse ante ninguna fórmula que permita un gobierno liderado por ERC. Illa apuesta por una mayoría de izquierdas encabezada por el PSC, y porque esa mayoría se desmarque con rotundidad de la agenda independentista.
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Las posiciones, por lo tanto, no son de momento conciliables. Una hipotética sesión de investidura de Illa parece muy lejana, pero al mismo tiempo la investidura de ERC, en esas condiciones, necesitaría de algún movimiento de apoyo por parte de Junts, algo que de momento no parece posible.
El fantasma de unas hipotéticas elecciones en verano, en las que de momento nadie dice pensar públicamente, empieza a no ser tan remoto.