(Recupero este post, pues ha habido novedades)
LOS SEIS MIL FANTASMAS DE FEIJÓO
Resulta descorazonador comprobar como los medios de comunicación se han tragado la trola de los 6000 rastreadores de la Xunta de Galicia a mayor gloria de Feijóo, dejando a años luz a cualquier otra comunidad. Teniendo en cuenta que en Galicia hay menos de un millón de trabajadores y que muchos estarán todavía en ERTE, aceptar tal cifra supondría creer que sobre el 1 % de los empleados del país se dedican a perseguir infectados. Por otra parte, esa cantidad está muy por encima -pero mucho, mucho- de las recomendaciones de las organizaciones sanitarias internacionales (y ya sabemos que no se suelen cumplir). Tengamos en cuenta incluso que Galicia no ha sido precisamente de las comunidades más afectadas, por lo que la necesidad de recursos sería menor. ¿Estamos hablando de rastreadores como cuando se decía que toda la población germano-oriental eran espías o toda la norcoreana soldados?
¿Cuántos hay entonces? No se sabe, pues la opacidad de la Xunta es total, pero se puede aproximar. El personal habitual del 061 (emergencias) no se está dedicando a esas labores. Lo que sí se ha detectado son varias ofertas de trabajo del call-center Grupo Konecta pidiendo teleoperadores para un «importante cliente» primero con titulación sanitaria y experiencia profesional y después simplemente con titulación o todavía estudiantes. Entre todas ellas sumaron 54 ofertas (se desconoce si se cubrieron todas en cada momento).
Al final, lo que queda para la opinión pública son los embustes transmitidos por la prensa paniaguada gallega y, más grave, por la estatal de casi todas las tendencias, vendiéndonos a los propios gallegos y a los españoles la imagen idealizada de un gran gestor poco ideologizado. ¿Cuándo se va a reconocer que el rey -y esta no vez no es el Demérito ni Felipe VI- está en pelota picada? ¿Años después de su propia abdicación?
Parece que no hay seis mil fantasmas en Galicia sino solo uno y ocupa -o dicen que ocupa- la residencia oficial de Monte Pío.