¡Qué gran suerte hemos tenido con que Rusia nos haya ganado la candidatura de 2018! En contra de gastar un pastizal en este proyecto cuando la deuda pública de España en 2030 será tremenda.
Ahora bien, desde el punto de vista de los promundialistas, esta candidatura es un error, como lo fueron las presentadas por Madrid para los Juegos (2012, 2016 y 2020) cuando la mejor opción era apuntar a 2024. Menos mal que tampoco se nos concedieron. Esta vez va a ser muy fuerte la posibilidad del centenario del campeonato (Uruguay 1930) en el Cono Sur. Una propuesta mucho más potente sería en 2034 plantear -ya se ha hablado otras veces- un mundial España-Portugal-Marruecos. Se vendería como el primer mundial intercontinental, puente de culturas, etc. También le vendría bien a la FIFA para dar cabida a África por segunda vez.