Tal día como hoy, en 1982, la dictadura militar de Efraín Ríos Montt que gobernaba Guatemala, puso fin a una de las operaciones más escalofriantes que llevó a cabo durante el bienio en el que ostentó el poder a base de terror y represión.

Esta triste etapa de la historia guatemalteca, enmarcada dentro de una larga Guerra Civil que duró 36 años (los diferentes gobiernos contra milicias marxistas), se caracterizó por la represión y crímenes contra la humanidad, además de una gran cantidad de crímenes económicos y una corrupción galopante.

La efeméride que hoy conmemoro es el final de la masacre de Las Dos Erres (nombre de la pequeña aldea en la que sucedieron los hechos), en la cual todos los habitantes de la localidad fueron torturados y asesinados a lo largo de tres días.

Los hechos se remontan a octubre de 1982, cuando la guerrilla insurrecta atacó a un convoy militar del gobierno, cerca de Las Dos Erres. Los aldeanos no tuvieron nada que ver con ese hecho, y por ello no pudieron aportar nada a la investigación, pero el gobierno no les creyó. Encontraron bolsas de frijoles con la etiqueta FAR (Federico Aquino Ruano - un empesario de la comarca), y las autoridades creyeron que eran provisiones de las Fuerzas Armadas Rebeldes. A pesar de la aclaración que se ofreció desde la aldea, el gobierno no quiso escucharles, y les acusó de colaborar con la guerrilla, instándoles a demostrar su lealtad alistando a sus hombres en una milicia de apoyo al gobierno (destinada básicamente a misiones suicidas). En la aldea se negaron, no sólo por el peligro que suponían esas misiones, si no por que necesitaban a los hombres trabajando en el campo. Y así, la dictadura encontró una excusa para llevar a cabo su represalia.

El 6 de diciembre comenzó una sangrienta operación de venganza que duraría otros dos días más, hasta el día 8. El gobierno envió un de 58 Kaibiles (grupo de operaciones militares de élite) a la localidad. Disfrazados como guerrilleros, para posteriormente incriminar a las FAR de los hechos, entraron en la aldea y la tomaron en cuestión de minutos, separando a hombres de mujeres y niños. Registraron todo el perímetro y no encontraron nada incriminatorio, pero no importó.

A lo largo de tres días, violaron a las mujeres, varias niñas incluidas, y luego las mataron. A las embarazadas les forzaron abortos a base de patadas, antes de matarlas. Los niños también fueron torturados y posteriormente asesinados, y luego les tiraron al profundo pozo de la aldea. A los hombres, tras torturarles, les tiraron directamente al pozo sin matarles. Cuando acabaron, tal día como hoy hace 38 años, dispararon varias veces a las profundidaes del pozo (ya no tan profundo por la inmensa cantidad de cuerpos apilados), y lo llenaron de tierra, mientras todavía agonizaban las víctimas.

Fueron actos tan brutales que realmente ponen los pelos de punta. Los cadáveres no se pudieron recuperar hasta los años 90, cuando se encontraron 201 cuerpos sin vida. Durante muchos años los guatemaltecos creyeron que la masacre la habían perpetrado los rebeldes, gracias a la propaganda de la dictadura y las "pruebas" que mostraban a "guerrilleros" cometiendo los hechos. Que se sepa, sólo hubo un superivivente... un niño, que luego ya de adulto, fue pieza clave para esclarecer los hechos.

Lamentablemente, poca justicia han recibido las víctimas. De los 58 soldados, sólo cinco han acabado en prisión (con penas de más de 6.000 años). El resto o ha muerto, o está actualmente en paradero desconocido, o no se les ha podido identificar (la inmensa mayoría de los casos). Tampoco se ha podido concluir quién dio la orden.

Mientras tanto, el sanguinario dictador Ríos Montt, sí fue condenado a 80 años por crímenes contra la humanidad, aunque no fue por estos hechos en concreto, si no por el genocidio que perpetró contra el pueblo Ixil, una etnia indígena que colaboró con las guerrillas (más de 1700 ixiles civiles fueron asesinados bajo el mandato de Ríos Montt).

Aunque las víctimas de la masacre no reciban justicia (¿qué justicia puede haber para quienes sufren tales atrocidades?), que por lo menos sirva este post para mantenerles en nuestro recuerdo. Tengámoslo presente para que la humanidad no vuelva a cometer tales atrocidades en un futuro.