Pues con ese enunciado, va a votar Rita la cantaora. Mi abuelo se recorrió una buena parte de las cárceles de Andalucía, y afortunadamente volvió. Algunos de sus compañeros de batallón salieron con los pies por delante y otros no llegaron a ver al juez militar, los bajaron del camión y están en una de las muchas cunetas llenas de huesos. Es responsabilidad del Estado devolver los restos de cada uno de ellos a sus allegados más próximos.
Para cerrar de una vez por todas las heridas de la Guerra Civil, lo suyo en efecto sería pactar TODAS las fuerzas políticas una ley de "reconciliación", refrendando el pacto constitucional de 1978 pero ayudando a las familias que quieran recuperar los restos de sus seres queridos. Sin más, sin hacer juicios de valor sobre la historia, simplemente asumiendo que debemos convivir en paz, y dejando descansar también en paz a las víctimas.
Esta ley no es eso, ni se le parece, es una ley de revancha, y así no vamos a ningún lado.
El Valle de los Caídos no es un elemento de reconciliación. Hasta ahora, ha sido un monumento de exaltación de la dictadura franquista al que se llevaron cadáveres de republicanos para darle una cierta pátina de monumento por la paz.
Esa afirmación es, para mí, un hecho. A partir de aquí se puede discutir lo que sea, pero si alguien no acepta eso, para mí, es un apologista de la dictadura.
Toda vía destinada a solventar esa anomalía en democracia es un paso en la buena dirección.
No se busca ni reconciliación alguna, pues ya se produjo; ni cerrar heridas, pues ya no están abiertas; ni recordar correctamente la historia, pues para eso están los historiadores y académicos independientes del poder político.
Lo que busca esta ley es dar una versión de la historia acorde con la ideología de quienes la promueven, usando las instituciones de todos para difundirla y persiguiendo, hasta donde puedan sin que cante demasiado, al pensador disidente. Todo esto para que unos pocos se den la revancha de algo ocurrido hace 80 años mientras otros distraen la atención de lo que verdaderamente importa generando una ficticia división. Todo esto aderezado con subvenciones y paguitas para amigos y confiscaciones y expropiaciones para enemigos.
Y luego todos estos dicen ser demócratas.