Hace poco explique en un post como se calculan los escaños en un sistema de doble resto.
Las bondades de un sistema de doble resto frente a otro sistema.
1. La asignación un escaño provoca que los restos sean inferiores o iguales para todas las circunscripciones x lo que se cumple la máxima del valor igual del voto
2. La distribución cumple el criterio de igualdad si un partido o un distrito tienen votos similar ( suficientemente próximos) se otorgan los mismos escaños. Ej. Un partido con 1 m de votos obtendría los mismos escaños que una circunscripción que tuviese el mismo dato de votos válidos.
3. La abstención y el voto nulo penaliza la consecución de escaños puesto que estos se establecen en función del voto válido y no de la población. Dos distritos con igualdad en el censo pero distinto voto válido se transforma en distinto escaños penalizando la más abstencionista.
4. Quedaría por determinar si los votos en blanco se transforman en escaños en blanco. Ya que dos distritos con igual voto válido tendrían a priori los mismo escaños con independencia del voto en blanco.
5. El inconveniente es que se pierde cierta proporcionalidad en el distrito.
Personalmente soy más partidario del VUT (adaptado a nuestro sistema electoral actual) ya que "facilita que no se pierdan votos", aunque el sistema de doble resto no está mal si bien personalmente prefiero sistemas que no reduzcan la proporcionalidad.
Otro sistema que me gusta es el método Saint-Lagüe, parecido al actual de D'Hondt pero que, al contrario que el último, tiende a favorecer a los partidos pequeños frente a los grandes a la hora de obtener los últimos escaños.
Al final es un tema de preferencias en proporcionalidad, gobernabilidad, representatividad, ...