El 26 de septiembre se celebran las elecciones alemanas, tras la anunciada retirada de Merkel, y el panorama político ha cambiado radicalmente en las últimas semanas.
Tras más de tres lustros de gobierno, años en que la canciller lideró casi ininterrumpidamente la encuestas, acumulando un enorme caudal político, su legado no alcanza a su sucesor, Armin Laschet. Merkel lideraba cómodamente los sondeos en junio, pero en cuanto se nombró al candidato de su partido, este ha caído en picado y corre un riesgo serio de dejar de ser el partido más votado de Alemania.
Este es el promedio de encuestas tras las tres últimas difundidas ayer:
El candidato «designado» por la CDU para suceder a la canciller no convence al electorado. Laschet no heredará el legado de Merkel sino que, probablemente, salvo que logre un milagro en los próximos días, será su quien vea cómo termina este. Si algo no lo remedia, antes de fin de año los representantes de la antes dominante CDU-CSU se sentarán en los escaños de la oposición.
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Mientras tanto, la izquierda ha recuperado inesperadamente aire, y se perfila como la gran favorita electoral. Aupado por el prestigio del vicecanciller socialdemócrata Olaf Scholf, su partido, el SPD, ha dejado de ser el patito feo de los sondeos, en los que hace apenas un año se hundía en la cuarta posición, adelantado incluso por la extrema derecha de AfD.
Ahora Scholf lidera las encuestas, ha relegado a un segundo plano a los verdes, que llegaron a aspirar hace meses a ser el primer partido de Alemania, y se perfila como el futuro canciller. El mercado de apuestas políticas Predictit le concede un 66% de posibilidades de llegar a serlo, y el país se prepara para una nueva coalición de gobierno en la que, de manera totalmente inesperada, la CDU de Merkel se quedaría fuera.
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Ahora Scholz acumula todas las miradas y la atención internacional, pero aún no puede cantar victoria: si los sondeos lo han cambiado todo en apenas mes y medio, aún es posible que las cosas vuelvan a cambiar en los días que faltan hasta la cita del 26 de septiembre.
Conociendo lo que cambian las Encuestas alemanas y lo que cuesta ver la CDU tan tan tan baja y al bloque de izquierdas tan alto, hasta que no lo vea no lo creo.
Pero lo deseo ,vaya.
Ojito, que en estos días está habiendo un efecto remonte de la CDU, principalmente a costa de los liberales. Quizás la cosa esté más apretada de lo que está ahora, aunque seguro que ganará SPD
La CDU no ha hecho más que cometer errores con la sucesión de Merkel. Primero eligieron a AKK, que vendría a ser un error tan mayúsculo como si aquí el PP hubiera elegido a Soraya. Posteriormente esta se hizo popo y eligieron a otro burócrata flojo.
El error de la CDU es no haber optado por el líder bávaro por cuestiones internas.
Si las encuestas aciertan parece que Scholz será el próximo canciller alemán, ahora, yo no daría por hecho que la CDU se vaya a ir a la oposición, teniendo en cuenta que sólo habrá 6 partidos con representación parlamentaria (según los sondeos) y que con dos de ellos no hay posibilidad de pacto posible (AfD y Linke) si encima quitamos de la suma a la CDU a los socialdemócratas sólo les quedaría esperar a alcanzar la mayoría con Grüne (complicado) o un pacto a tres metiendo también a los liberales, que no son fáciles de casar con los verdes. Otra opción tal vez sería un SPD-Grüne, con abstención de Linke, pero no sé si eso es viable, ni creo que a los alemanes sean muy partidarios de gobiernos en minorías dado su pasado.