La proximidad de la hora del toque de queda se está convirtiendo, noche tras noche, en el momento elegido por algunos grupos para saltarse las limitaciones y provocar incidentes. Después de los ocurrido en noches pasadas en ciudades como Sevilla y Bilbao, esta última le ha tocado el turno a Barcelona y Burgos.

En Burgos, un grupo de jóvenes ha secundado una protesta en el barrio burgalés de Gamonal y quemado algunos contenedores cerca de las 22 horas de este viernes como protesta por el toque de queda impuesto desde las 22 hasta las 6 horas. Han cortado la calle Vitoria e incendiado contadores, mientras gritaban consignas contra las restricciones que se han impuesto.

Numerosos vecinos han salido a las ventanas de sus domicilios para quejarse ante lo que estaba sucediendo y la Policía ha desplegado varios efectivos antidisturbios, contra los que los jóvenes han lanzado objetos. A medida que los agentes avanzaban por el Barrio, los vecinos ha aplaudido su presencia y se han escuchado gritos de "Esto no es Gamonal'.

Se informa de dos detenidos y un policía herido como consecuencia de los disturbios.

En Barcelona, los Mossos d'Esquadra hicieron hasta las 23 horas del viernes12 detenciones, dos de ellas a menores, durante los altercados en Barcelona, que han comenzado después de una protesta pacífica en la plaza Sant Jaume contra las nuevas restricciones decretadas por el Govern para contener el coronavirus, y en los que se han saqueado dos tiendas.

El Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) ha atendido a siete manifestantes y a 20 agentes, ninguno de ellos con heridas graves, y ha habido daños materiales en varios vehículos policiales, con dos furgonetas de la Brigada Móvil (Brimo) inutilizadas, han explicado los Mossos.

Además, ha habido saqueos en dos tiendas del centro de la ciudad, una de ellas un Decathlon, y la mayoría de los detenidos están denunciados por los presuntos delitos de atentado a agentes y desórdenes públicos, mientras que dos han sido arrestados por negarse reiteradamente a ser identificados.

En ambas ciudades, los desórdenes se han originado después de que algunos violentos se introdujeran en marchas pacíficas de mayor dimensión (unas cien personas en Burgos, unas 1.500 en Barcelona), y hayan aprovechado la situación para iniciar los destrozos y saqueos. También se han reportado incidentes, con detenciones, en Zaragoza y Cantabria, entre otros puntos de menor relevancia.