El estado más poblado y rico de Estados Unidos sufre la peor oleada de incendios de su historia y su gobernador apunta que ahora el peor enemigo es el cambio climático
La crisis climática nos está brindando estos días desde California algunas estampas que certifican hasta qué punto nos dirigimos hacia los peores modelos proyectados por los científicos que evalúan y advierten los efectos del calentamiento global.
El gobernador del estado y exalcalde de San Francisco, el demócrata Gavin Newson, ampliaba la declaración del estado de emergencia este domingo en mitad del espectacular dispositivo de rescate organizado por la Guardia Nacional una vez que los medios de extinción se veían superados por la virulencia y la velocidad de propagación de las llamas.
Ningún guionista de Hollywood podría haber imaginado una imagen más apocalíptica que la de los potentes helicópteros de combate del ejército estadounidense evacuando a los más de doscientos ciudadanos rescatados de la línea de fuego y que, apiñados en el interior de las aeronaves, con la ropa chamuscada y la mirada perdida, eran la viva imagen del espanto.
Un espanto que no ha hecho más que empezar pues la tradicional “temporada de incendios” (horrible concepto) suele darse en aquella parte de Estados Unidos entre octubre y noviembre. Y es que el clima californiano está calentándose a un ritmo muy superior al del resto del país.
Tras batir el record de altas temperaturas desde que se tienen registros hace unas semanas, con casi 55 ºC marcados en el Parque Nacional del Valle de la Muerte, al sur del estado, los termómetros están batiendo ahora marcas día tras día en los condados del norte, incluida la ciudad de Los Ángeles donde, rodeada por los incendios y con una atmósfera irrespirable, este pasado fin de semana se alcanzaron los 46 ºC.Con casi un millón de hectáreas arrasadas por el fuego, miles de viviendas calcinadas, interminables cortes eléctricos y poblaciones enteras evacuadas, el estado más poblado y más rico de Estados Unidos (considerada la quinta economía del mundo) sufre la peor oleada de incendios de su historia y se enfrenta al que, en palabras de su propio gobernador es “el peor enemigo para nuestra población y la mayor amenaza a nuestra economía: el cambio climático”...
Lo peor de todo: esto acaba de empezar.