Dejo este comentario aquí, copiado de una respuesta que he dado a Neoproyecto, en el que intento analizar un poco las semejanzas de la monarquía española con la italiana y de lo que ha pasado con ellas. Me gustaría que me dierais vuestra opinión (espero no parecer un pedante). Gracias 🙂
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El paralelismo que hago con Italia es porque no hay otro mejor. Primero porque en ninguno de los dos países hubo una burguesía que fuera capaz de tomar el control a través de una democracia liberal (en Italia esto es subjetivo, ya que la democracia que se articuló fue más bien el resultado de la constitución como nación que de una clase pujante que la reclamara de forma paralela al desarrollo del capitalismo). Segundo porque en ambos ha habido una dictadura fascista (nacionalcatólica de andar por casa, mejor dicho) y tras la caída de esta se abrió el debate de que debía pasar con ellas, aunque en España el debate no llegó a abrirse, tal es el caso que una de las condiciones para la legalización del PCE (la principal fuerza antifranquista) era el reconocimiento de este modelo de estado.
Con respecto a la fortaleza de la monarquía, si que resulta interesante. Primero porque la italiana fue el resultado de una unificación de reinos y era la representante de solo no de ellos (Cerdeña), y por lo tanto partía de una debilidad intrínseca (sin estar muy seguro, al no ser yo un gran interesado de la historia italiana, de si esto supuso sociológicamente un incentivo para su descrédito durante la dictadura). Por otra parte, la española, a pesar de parecer más fuerte no se puede decir que desde la década de 1920 hasta la segunda restauración fueran realmente poderos, tanto sea porque estaba fuera del poder o porque desde el interior del franquismo no ejercía ningún control real.
En conclusión, lo que planteo (y espero no haberme liado mucho) es que mientras en Italia hubo la posibilidad de debatir de todo y entrar en un proceso constituyente basado en el antifascismo y por lo tanto en la democracia, en España esa situación no se dio, provocando la aparición de una democracia de baja intensidad en torno a la figura del monarca que ejercía de amansador de fieras con respecto a los generales franquistas que verían al Borbón como el sucesor legítimo del Movimiento.
Que vamos, que no hubo ruptura y así estamos 😉
DIEGO TORRES “CANTÓ” ANTE EL JUEZ CASTRO: “ESTÁ IMPLICADA TODA LA FAMILIA REAL”
Juan Carlos de Borbón era el “conseguidor”, Cristina era “asesora deportiva”, Felipe VI el “presidente de honor”, la infanta Elena “asesora cultural” y hasta Sofía de Grecia “tenía una cierta vinculación al proyecto, aunque en este caso fuese de orden menor”. Quien así confesó ante el juez fue Diego Torres, máximo responsable del Instituto Noos en el “caso Urdangarin“. Pero los medios de comunicación del régimen están difundiendo una cortina de humo al centrar el interés en la pésima relación personal entre el juez José Castro y el fiscal Pedro Horrach [...]
No es cierto que el magistrado Castro esté persiguiendo con excesivo celo a la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín. Más bien está ocurriendo lo contrario: la instrucción ha beneficiado la exculpación de tres personas que fueron “cooperadores necesarios” del gigantesco fraude de dinero público: el matrimonio Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia junto a la hermana de la inculpada, Elena de Borbón y Grecia. No es una suposición ni una conjetura. La citada “familia” actuaba mancomunadamente y al más puro estilo siciliano coordinaba sus iniciativas. Lo dice el profesor y economista Diego Torres, que ha “cantado” ante el juez Castro y era el autor confeso de todas las operaciones fraudulentas del Instituto Noos. Lo tiene escrito además en el libro “Urdangarin y la Copa América”, redactado bajo el pseudónimo de “Ricardo Grenville”, que tuvo que publicarse en Canadá. Y este es el contenido textual del capítulo titulado “Y toda la familia real”. Lo que pueden leer a continuación lo oyó igualmente el juez Castro. ¿Por qué no actuó contra todos los miembros de la familia? Posiblemente la mafia PP-PSOE haya tejido un entramado legal que impida siquiera preguntar a los ex-monarcas en sede judicial, pero algún día nuevas formaciones políticas podrán sustituirlo para que las más elementales preguntas que pueden formularse desde la opinión pública pueda realizarlas también un juez independiente.
“El análisis de documentos del sumario del “caso Noos” permite ir conociendo el papel que desempeñaron en el “proyecto Ayre” diversos miembros de la familia real. Sin embargo, si el análisis se realiza únicamente persona a persona se puede perder de vista un aspecto muy importante. ¿La colaboración con Iñaki Urdangarin en este proyecto quedó circunscrita a unas pocas personas de la casa real? ¿O estamos hablando de una colaboración global de la familia real? Para responder a esta cuestión no hay más que volver a revisar la información con la que contamos y estudiarla con perspectiva”, señala Diego Torres.
“La plena involucración de Iñaki Urdangarin en el proyecto Ayre está fuera de toda cuestión. Ocupaba uno de los puestos más relevantes en el organigrama del proyecto Ayre, estuvo en la reunión fundacional en Valencia y participaba habitualmente en las reuniones de
seguimiento del equipo. Su marcha a Estados Unidos pudo separarlo ligeramente del resto de miembros, pero los correos muestran que seguía trabajando en la búsqueda de patrocinio y que se coordinaba perfectamente con los restantes miembros de la familia real”, añadió en su confesión.
El juez Castro debió quedarse atónito ante lo que escuchaba: “También ha quedado meridianamente claro que el rey ha jugado un papel central en este proyecto de Urdangarin. Conocía perfectamente la iniciativa, tanto de forma informal como de modo oficial tras las presentaciones del propio equipo. Realizó gestiones con Francisco Camps para asegurar que Ayre pudiera disponer de la base adecuada en el puerto de Valencia. Realizó contactos personales con presidentes de grandes empresas para apoyar la búsqueda de patrocinio. Y, finalmente, llegó a encontrar un patrocinador único dispuesto a aportar 110 millones de euros; un patrocinador que era nada menos que una casa real de oriente medio, al que nadie, salvo la familia real española, hubiera podido tener acceso. Y todo ello mientras se mantenía en permanente y fluida comunicación con su yerno“.
“La infanta Cristina también jugó un papel clave en el proyecto Ayre. Fue nombrada asesora deportiva del sindicato, figurando oficialmente en el organigrama presentado a la prensa. Recomendó a otros cargos claves del área deportiva, como Paul Cayard. Sirvió de canal de comunicación entre el rey y Urdangarin, tal y como atestiguan los documentos escritos. Y fue la encargada de gestionar las difíciles relaciones con el equipo competidor, el Desafío Español”. No hay pues dudas: estaba en el “ajo” con gestiones directas y ejecutivas.
“Pero no acaba aquí la involucración de la casa real. La infanta Elena también tenía su papel en el proyecto. Y no era mínimo [...]
Desde 1934 quienes defendían el regimen constitucional de 1931 eran una absoluta minoría. Más allá de los grupos moderados de izquierda (Azaña con su Acción Republicana y un sector muy minoritario del PSOE con Besteiro y Prieto) y de derecha (Alcalá Zamora y los pequeños partidos centristas), todos estaban contra el sistema repubñicano y querían otra cosa. La izquierda liderada por el PSOE del Largo Caballero a.k.a. el Lenin Español que también era el lider de algo más importante como era el poderoso sindicato UGT con centenares de miles de afiliados, asi como el otro gran sindicato la CNT, estaban totalmente en contra de la que consideraban una republica burguesa. De ese modo en octubre de 1934 cometiron uno de los mayores errores históricos de la izquierda española como fue el intento de golpe de estado revolucionario del 4 de octubre que solo tuvo exito en Asturias con la famosa Revolución de Asturias. En aquella época y hasta no inicada la Guerra Civil el PCE era todavía bastante minoritario. Esto hay que recordarlo cada vez que la izquierda española se llena la boca con la II República cuando fue un sistema constitucional que practicamente desde que fue aprobado quisieron destruir.
La derecha por supuesto también estaba radicalmente contra la republica. Ya en las elecciones de 1933 la colación derechista iba en su programa con un paquete de reforma constitucional y el líder del principal partido la CEDA con Jose María Gil Robles (que con los años se hizo mucho más moderado) apoyaba totalmente la creación de un estado autoritario basado en los pilares del catolicismo político. El falangismo era también muy minoritario. Por desgracia las elecciones de 1936 iban a ser las últimas elecciones libres del país ganase quien ganase pues el clima de división y de polarización era ya tan enorme que la coalición triunfadora no iba a tener el menor miramiento a la hora construir un regimen totalitario. En esas elecciones se discernía si España iba a acabar como la URSS o como la Italia fascista. Por muy poco el pueblo escogió URSS pero como todos sabemos el 18 de julio hubo una insurrección militar golpista que condujo a una cruenta guerra civil y a una dictadura de casi 40 años. Es una ucronía pero estoy seguro que si el 16 de febreo las elecciones las hubiese ganado el Frente Nacional, la izquierda habría hecho una insurreción revolucionaria que igualmente habría desembocado en conflicto civil.
Con esto quiero decir que basta de fijarse en 1931 por el republicanismo español y sobre todo por los herederos de PSOE y PCE porque si lo que quieren es una republica socialista lo entiendo, es lo que quisieron construir en los años 30, pero si solo lo dicen por su rechazo al rey y con ello reivindican la II República y su Constitución estan quedando como unos autenticos hipócritas. La memoría histórica parece que no vale para recordar lo que hicieron entonces.