He marcado la tercera, aunque más que dependiendo del producto diría que dependiendo del fabricante/productor. De lo que me fie vaya, porque con esto hay una tendencia a tomar el pelo al personal que asusta. 

Primero debemos ponernos de acuerdo en que llamamos un producto ecológico.

Segundo, en base a lo establecido calcular el coste de su producción y establecer el precio para obtener un beneficio adecuado para el productor.

Tercero, ya podemos responder de si estamos dispuestos a pagarlo a dicho precio de venta.