La encuesta de KANTAR de agosto trae fuertes cambios a sólo mes y medio de las elecciones. El gubernamental ANO (liberal populista), del Primer Ministro Andrej Babiš, se recupera y sube en dos meses 6 puntos.
La oposición languidece, bajando los liberal-conservadores de Spolu (-2,5%) y los pirata-liberales de PaS (-3%), mientras que el nuevo partido anticorrupción de Přísaha sólo consigue mantenerse. La extrema derecha SPD también cae (-2,5%).
Y la izquierda corre serio peligro de quedar totalmente excluida. Tanto socialdemócratas de ČSSD como los ecologistas de Zelení no llegan a la barrera del 5%. Y los comunistas de KSČM justo la alcanzan.
El declive de la izquierda checa es épico y va mucho más allá de un gran cambio. ČSSD y KSČM sumaron en el 2002 la friolera del 48,7% de los votos. En el 2017 ya habían caído al 15,1%. Y en esta encuesta se hunden hasta el 8,5% (de los cuales 3,5% no tendrán utilidad en cuanto a escaños).
Tanto TSS (nacional-conservadores) como Volný Blok (extrema derecha) se quedarían en el 2%.
La oposición Spolu+PaS+Přísaha sumaría el 48% de los votos mientras que el “área de gobierno” quedaría reducida a ANO+ KSČM con el 32,5%, que ni el hipotético apoyo de la extrema derecha SPD les garantizaría la victoria, con un 42,5%.
Cita electoral: 8 y 9 de octubre.