Si hace menos de dos semanas, el 29 de septiembre, el debate entre los aspirantes a la Casa Blanca, Donald Trump y Joe Biden dejó el amargo sabor de una contienda sin orden, de un espectáculo de mala educación y faltas de respeto constantes, el de la noche pasada entre los dos aspirantes a vicepresidentes, en cambio, probablemente no dejará huellas.
Mike Pence (vicepresidente con Trump) y Kamala Harris (aspirante al puesto con Biden), separados por mamparas, dejaron muchas preguntas formuladas pero pocas respuestas, ante una audiencia menor.
Con una moderadora empeñada en que "la cosa" no se le fuera de las manos, y la lección aprendida después del desastre del anterior debate, el resultado fue el opuesto: demasiado encorsetamiento, y muchos temas esbozados que se quedaron sin abordar.
El centro del debate fue, de una u otra forma, siempre el covid-19, y ahí Harris tuvo sus mejores armas para atacar a la presidencia de Trump. Pero Pence consiguió eludir los golpes y, por el contrario, fue más contundente que su rival en otros aspectos como el debate ecológico.
Cuando todo el país sabe que uno de los dos que debatieron anoche podría acabar siendo "presidente por accidente", dada la avanzada edad de los contendientes principales (Trump, 74; Biden, 77), los candidatos eludieron hablar del asunto y se centraron en defender a sus primeros espadas. El resultado, parece, favoreció más a Pence que a Harris, pero probablemente no decidirá ni un punto porcentual de diferencia en el resultado final de estas elecciones. Y Trump necesita mucho más que eso.
Con el trámite pasado, todo queda pendiente del momento clave: el debate entre Trump y Biden que se celebrará en Miami el 15 de octubre. Esta confrontación será decisiva: en mitad de la campaña, con la memoria del anterior enfrentamiento entre ambos aún viva, la imagen que deje en los votantes el enfrentamiento de Florida será ya muy difícil de corregir.
Aún así, Trump y Biden aún tendrán una ocasión más para debatir: el 22 de octubre en Nashvile, Tennessee. Luego, ya, el 3 de noviembre, más de cien millones de estadounidenses depositarán una papeleta en una urna, decidiendo así el futuro del país y de mucho más. Algunas decenas de millones ya lo habrán hecho por correo. La suerte estará echada.
Según El País el ganador fue Mike Pence. Creo que eso lo dice todo. Harris que parece que se iba a comer el mundo y que es el ariete del socialismo, ha sido vencida por el bueno conservador de Mike.
Epidemiologos contra confinamiento
Más de 2.000 expertos en epidemiologia no son partidarios del confinamiento forzoso y si del aislamiento por grupos.
Inmunidad de grupo y protección al grupo de riesgo por otro lado.
https://www.larazon.es/sociedad/20201008/tb3qgldfdjaivg47daxxuxa6bu.html
Me he encontrado este vídeo sobre los resultados electorales a las residenciales americanas desde 1789, y lo que me ha llamado la atención es:
1) cuán pocos votos se necesitaban para ganar (en 1792 George Washington ganó con 28579 votos populares que le concedieron 132 votos electorales); vale que antes había menos gente y además el voto estaba más restringido (a varones blancos con posesiones), pero aún así llama la atención.
2) lo multipartito que era antes el Congreso, con candidatos sacando votos electorales incluso sin ganar ningún estado.
Pence se ha merendado a QueMala Harris , la persona más radicales que se ha presentado a la presidencia o a la vicepresidencia.
Harris wins the CNN post-debate poll 59%-38%. Ryan Matsumoto @ryanmatsumoto1 en Twitter