El principal candidato a capturarlo sería el BBVA, que ampliaría enormemente su presencia en Cataluña (a costa de dolorosas consecuencias en el empleo y reducción de oficinas). Hasta ahora los catalanes habían sido un activo comprador. En sus redes han caído el Herrero, el Atlántico, el Urquijo, el Guipuzcoano, el Gallego, Caixa Penedès, etc., hasta que se tragó un pez bien gordo e indigesto: el banco CAM ("lo peor de lo peor", Ordóñez dixit). Por su parte, el BBVA también se quedó en su momento con Catalunya Caixa, resultado de fundir Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa.

Hace tiempo que Sabadell busca pareja de baile, aunque también se podría unir con otro de los medianos o pequeños: Kutxabank.

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