Ana Pontón sigue deshojando la margarita de su futuro político mientras, lentamente, la fecha de la asamblea nacional se va acercando. ¿Seguirá al timón del BNG en pos de aquella Ítaca de la que hablaba Xosé Manuel Beiras? La cosa está llegando a niveles de suspense próximos a los de la peli Titanic (en su trigésimo quinto visionado).
Yo apostaría por su continuidad; es ella la que no solo evitó la caída en desgracia del BNG en 2016 sino también la que ha llevado al partido a cotas electorales hace tiempo olvidadas.
Es verdad que es difícil superar esa marca, que muy posiblemente solo pueda aspirar como mucho revalidar el resultado de 2020, y tal vez sea mejor retirarse cuando todo le va bien; pero abandonar el liderazgo sin estar clara su sucesión sería arriesgar los logros alcanzados antes de afianzarlos.
Si el proceso de primarias posterior se lleva bien puede ser una gran oportunidad, no obstante.
Ya no se trata de si mejora resultados, sinó que podría convertirse en la próxima presidenta de la Xunta.