(Post especialmente dedicado a FedeSaladino y no a la bellísima Clari, que debe mantener la línea)
SE LAMENTA EL PROFESOR BASTOS en su columna semanal de que el nacionalismo de izquierda haya dejado de lado el culturalismo tan característico del galleguismo diestro, que enraiza en los tiempos de Vicente Risco para centrarse en otras cuestiones, aunque no infravalora sus aportaciones.
En concreto echa de menos en el nacionalismo gallego actual más atención a la gastronomía, en la que es un gran entendido (no sé si teórico, pero al menos práctico). En este sentido, recuerda con nostalgia las diatribas contra el café de máquina, el café con leche o los "licores españolizantes". Pero todo esto es bebido y Bastos se centra en cuestiones de más enjundia: lo de comer. En consecuencia, echa de menos una mayor atención teórico-culinaria en el galeguismo actual. Curiosamente no defiende a Álvaro Cunqueiro, señor de derechas y referencial en la cocina gallega, por encontrarlo españolizante y afrancesado de más, y apoya la visión más tradicionalista de Picadillo, el orondo y más derechista todavía exalcalde coruñés.
Si a alguien se le han soliviantado los jugos gástricos y desea saber más, aquí tienen la palabra verdadera y no mediatizada del señor Bastos, príncipe dos polbos e paladín do bo dente:
Estas cuestiones las supo ver muy bien el PP durante el Fragato. Se pasó directamente a la cuestión práctica y hizo su aportación nacional: sembró toda la geografía gallega de fiestas de exaltación gastronómica... hasta del pan. No había producto que no tuviese dos o tres y, por supuesto, tampoco quedó parroquia sin la suya. Además el PP no fue nada sectario y así te podías encontrar una fiesta dedicada al cerdo con un montón de comensales devorando caldeirada de maragota, que bicho marino es.
Por supuesto, hablo del PP del período 1990-2005. Este de Feijóo es algo mucho más insulso.
OBVIO, para mi el PP galego es galleguista moderado.
No sé. Me parece un tema mas de forma que fondo: "¿ qué tipo de folklore te gusta más?". O sea, que si llevar el regionalismo más así o más asá.
Si acaso, indicar que la importancia podría estar en las ausencias: mientras se debate el folklore no se debaten otros temas. Pero así como posiblemente algo de esto había con Fraga, no lo he apreciado en las opiniones del autor.
Pero es que en particular cualquier producto gallego merece ser exaltado X su calidad o por su variedad. Tenemos la despensa más grande y variada del mundo. Recordad que aquí en nuestra tierra a cualquier producto autoctono se le añade la coletiya "do pais" y eso significa que la idiosincrasia de sus habitantes se refleje en sus políticos y en particular a alguien tan pegado a su tierra como Don Manuel.
Nota, calificar a don Álvaro como derechas es no saber X donde se anda, pero en fin.
Ah, pois igual era un perigoso comunista extrañamente afiliado a Falange Española até 1943, da cal foi xefe zonal de Prensa e Propaganda. O xefe territorial dese partido meteuno a traballar en El Pueblo Gallego. Moito máis tarde relacionouse nos círculos conservadores de Realidade Galega. E con isto non pretendo dicir que fose de extrema dereita senón que era un membro conservador do Partido Galeguista, unha ideoloxía amplamente representada no nese partido, aínda que non tanto como para participar na escisión de Dereita Galeguista (Risco, Otero...).