Hace unos días os conté la rebelión de los institutos contra Feijóo, que obligó a este a aplazar una semana el comienzo del curso. Solo ayer los centros han sabido cuántos profesores les corresponden (con lo cual comienza buena parte de la organizacion). Por supuesto, ni los profesores han llegado ni siquiera saben qué centros les corresponden, por lo que miles de ellos deben estar tranquilitos en sus casas.
Con las protestas, la Xunta se ha visto obligada a ampliar el personal docente en ESO, Bachillerato y ciclos en 847 profesores. Pero, como todo, lo han hecho mal. Sin salir de las capitales, a un centro le han dado más de veinte profesores y otro se ha pasado a la semipresencialidad porque solo le han concedido uno... y resulta que necesitaba ¡dos! para mantener la presencialidad.
En estas condiciones está en marcha la II Rebelión de institutos, con unos redoblando sus quejas y otros negándose a empezar en la nueva fecha establecida por la Xunta: el miércoles que viene. Cierto que esta nueva rebelión esta vez está más dispersa por el territorio y, por lo tanto, tiene menos fuerza y repercusión mediática.