En cuanto a la inmigración en general, creo que es importante concienciar a la población de que España necesita mantener el actual caudal de inmigración (quizás un poco reducido a 200.000 - 300.000 entradas, pero en general de forma similiar) por pura cuestión demográfica.
Naturalmente esto no sería necesario si nuestra sociedad permitiese a los españoles cumplir sus expectativas de vida con un 1,8-1,9 de hijos deseados que dicen las estadísticas, a través de salarios dignos, empleo y acceso facilitado a la vivienda.
Pero eso no es así, ni lleva siendo así durante los últimos 30 años, ni es la prioridad para los políticos, siempre centrados en contentar a pensionistas y enfervorizar la guerra de banderas.
El resultado es que desde los años 2000 España deja de ser un país homogéneo y haya pasado a ser un país cada vez más multicultural. Cuanto antes se asuma, menos frustraciones y más felicidad.
Dicho esto, no todas las inmigraciones son iguales.
Es mucho más positivo que esos 200.000 - 300.000 inmigrantes anuales vengan de manera regular, y que sean de países de procedencia favorable a su integración.
Es mil veces mejor un colombiano o un argentino con una titulación que un negro senegalés francoparlante islamizado. Y por eso debemos cuidarnos muy mucho de esta inmigración irregular africana, si no queremos convertir a nuestras ciudades en malas copias de París.
Al único sitio al que habría que desviarlos es a su país de origen.
Pues no lo entiendo. Supuestamente este es un partido de izquierda y por tanto, debe llevar la solidaridad por bandera.
Pero ahora resulta que para la izquierda esa "solidaridad" se refiere concretamente a que LA EJERZAN OTROS, NUNCA ELLOS.
Así, los ilegales hay que acogerlos... eso sí, en la Península no en las Canarias.
Curiosamente cuando otras CCAA como Andalucía o Murcia han sufrido una invasión de ilegales ellos no reclamaron para sí parte de estos. Debe ser que la "solidaridad" solo funciona en la dirección en la que ellos no pringuen.
Me recuerda a otros llamativos casos de "solidaridad" practicada desde la izquierda, como apoyar la okupación pero no ceder los pisos que muchos de sus líderes tienen en propiedad y no son su vivienda habitual.
Como despotricar contra los evasores fiscales pero ser pillados habitualmente por no pagar sus obligaciones fiscales.
Tildar los acosos públicos, escraches, como jarabe democrático pero cuando se los hacen a ellos los denuncian e intentan meter en la muy facha y represiva cárcel.
O señalar las manadas de violadores excepto cuando son inmigrantes, que entonces hay que taparlas para no alimentar la "xenofobia".
Vamos, que esta izquierda de pandereta siempre hace lo mismo: exigir a los demás que hagan lo que ellos nunca hacen.