El PP se ha animado a abrir, a falta de algo más de dos años para las municipales, el mercado gallego de alcaldías. Como en otros mercados, suele haber unas manos fuertes que "manejan"; en este caso, son los populares, que son los que cuenta con apoyo financiero por detrás para cuadrar las cuentas. Como es habitual también, los mercados suelen contar con activos particularmente líquidos y otros ilíquidos. Los más líquidos son los concejales pesoístas, siempre atentos -particularmente en los consistorios pequeños- a cuando la cosa se va "calentando". Los independientes tampoco están mal. Los que muy escasamente salen al parqué son los bloqueiros.
Estos días hemos empezado por una pieza menor como A Serra de Outes, situada al norte de las Rías Baixas y con solo un millar de habitantes, pero pronto vendrán piezas de mayor calibre. Cuando el PP saca la escopeta para salir de caza, sale de caza; la voluntad política de la ciudadanía queda para otro día.