Dos economistas de la Universidade de Vigo elaboran un estudio en los ayuntamientos del Reino (mayores de 30 000 vecinos y situados fuera de Euskal Herria) partiendo de la base de que una mayor presencia de concejalas mejoraría el desempeño fiscal y llegan a una conclusión totalmente opuesta. El empeoramiento se hace mucho más nítido si las ediles son de derechas.
La presencia de mujeres ni agravaría el desequilibrio de las cuentas ni aumentaría la deuda, pero sí elevaría la presión fiscal. Habría que ver si eso significa exactamente hacer las cosas peor, más allá de la esperada opinión de los caverno-liberales. De hecho, los autores incluyen otras afirmaciones cargadas de ideología, como criticar que unos impuestos más altos limitan el margen de subida de impuestos en casos de tensionamiento económico: es algo evidente, pero no viene mucho a cuento.
En aparente contradicción y teniendo en cuenta que los pródigos ayuntamientos de derechas se endeudan más que los más frugales de izquierdas, se afirma que las alcaldesas de derechas endeudan menos a sus municipios que sus compañeros varones de la misma ideología.