El ex-presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, tendrá que rendir cuentas a la justicia por las irregularidades en adjudicaciones de construcción de campos de fútbol. Recuérdese que la inversión estrella de la diputación pepera durante la anterior crisis fue regar la provincia entera de flamantes campos de fútbol de hierba artificial. La inversión pública tiene que ser productiva, sí señor. Expulsado hace un lustro de la presidencia provincial por la coalición PSOE-BNG, se ha encaramado a la presidencia de la... Federación Gallega de Fútbol. Hará un año se sumó a la directiva de una institución tan transparente como la RFEF. Se le ve un porvenir Dorado al chavalote.
Louzán ni se sentará ni se sentirá solo en el banquillo de acusados. La actual delegada de la Xunta de Galicia en la provincia de Pontevedra le acompañará. Veremos si tienen que comerse los tres años de prisión y nueve de inhabilitación que solicita la Fiscalía para ellos.
Louzán, recadero del condenado narcoalcalde de Ribadumia, Nené Barral, fue colocado por este de bedel en un polideportivo. No consta que tuviese ni el graduado escolar (después debió haberlo conseguido, pues parece que llegó a empezar el BUP). Desde su conserjería, lo pusieron de concejal, luego de teniente de alcalde y finalmente presidente de la diputación varios mandatos. De camino, este señor que no tenía donde caerse muerto se convirtió en adinerado.
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Los peperos son unos corruptos y unos ladrones