Es un asunto muy común.
Tu amiga, la madre de Susanita, que lleva a la niña al colegio concertado desde siempre, se dedica a defender la escuela pública y te dice, sin despeinarse, que es partidaria de que solo haya escuela o pública o privada: nada de concertadas.
El jugador de fútbol XX, encima multimillonario, se dice muy catalán y solo catalán, pero ha estado ocho años jugando en la selección española de fútbol y celebrando los goles.
Rubén, otro amigo, ultraliberal y autónomo, se pasa el día criticando las subvenciones, pero cuando sale una ayuda para su sector, que está pasándolo mal, es el primero en solicitarla.
¿Conocéis alguna especialmente curiosa que nos podáis contar?
¿Qué opináis de estas actitudes?
La hipocresía, como parte de la incoherencia, es de lo más detestable de una persona. Y, por desgracia, en estos tiempos es sumamente frecuente, posiblemente no tanto por mentir sino por superficialidad.
Prefiero mil veces a alguien coherente, aunque su discurso sea lejano al mío, a alguien "veleta" capaz de pensar y vivir en diferido.
Es precisamente esto lo que se le achaca a la pareja ministerial Iglesias-Montero en cuanto a su modo de vida. No se cuestiona su derecho a tener un casoplón de 2000 metros cuadrados con piscina y casa de invitados, sino al hecho de ser incoherente con su discurso anterior, cuando durante años criticaron a otros políticos por hacer lo mismo.