TerrEMoto Electoral: capítulo I (La votación)

Para Eduardo esa era la noche con la que siempre había estado soñando. Nervioso, a las 19:47 mira su reloj pensando "ya solo quedan 13 minutos, casi está hecho".

Se ilumina la pantalla de su móvil y atisba a leer medio whatsapp: "Las israelitas son buenas, suerte jefe, parece que.."

Un momento para pensar en cómo será la mudanza. Vivir en La Moncloa había sido su objetivo desde que se incribió en las Nuevas Juventudes del Partido, hacía tan solo 6 meses.

20:00 - La tv pública emite una cuenta atrás. Los segundos se hacen eternos.

Ahí está su cara. 125 escaños. El ganador de la jornada.

Amaia, su gran rival, le sigue con 90.

Una sonrisa se dibuja en su cara, pero de repente... ¿qué es eso? ¡Eso no entraba en los planes! 

Y así confirmó lo que ningún sondeo había anticipado hasta hoy. El país iba a vivir un terremoto político y él debería lidiar con él...

-¡Cambia de cadena! Puede que sea un error o... o yo qué sé, un troleo de esos como el programa que hizo Évole hace años sobre 23-F, que al final era todo mentira.

Eduardo obedeció a su mujer, con la única intención de que ella, y los demás familiares y amigos que, incrédulos, le acompañaban en aquella sala situada en la sede del partido, confirmasen que aquello era real, tal y como él ya sabía.

"Esto no es ningún error, ni menos una broma. La tele pública no puede joder con estas cosas..."

Eduardo dio un rápido repaso por las principales cadenas nacionales.

Antena 3, Telecinco, La Sexta... 

-Hay que esperar al recuento, hombre, no nos volvamos locos por un sondeo - dijo alguien a sus espaldas.

La victoria de Eduardo era algo que se daba por seguro desde hace mucho, dejando la única duda en si podría llegar al poder con sus socios preferentes, o se vería obligado a negociar una gran coalición con Amaia. Parecía que no iba a ver demasiadas sorpresas, que sería una noche electoral aburrida de la que pocos se acordarían pasados los años. 

Eduardo subió el volumen de la televisión.

- ... encuestadoras, todas sin excepción. Fallaron TODAS. El partido populista Pueblo en Pié, una especie de híbrido entre la extrema derecha y la extrema izquierda, sería, salvo que los sondeos fallasen, la tercera fuerza política del Congreso con entre 70 y 85 diputados. ¡Terremoto político! Veamos qué tiene que decir el experto que hoy nos acompaña...

-Bueno, no hay mucho que explicar, esto es algo de lo que llevo años hablando, el auge del fascis...

-No Maestre, no hablaba por ti. Me refería al señor Luis Ortiz, catedrático, doctor en ciencias políticas... ¿Qué tiene que decirnos sobre este asunto? ¿Podría alojarnos algo de luz sobre los motivos que han podido llevar a que esto acabe ocurriendo?

-Bueno, esto es una sorpresa a medias. Hay que decir que muchos ya vaticinábamos que Pueblo en Pié acabaría teniendo una gran relevancia, si bien erramos a la hora de intentar señalar el tiempo que sería necesario para que esto sucediera. No esperábamos que esto ocurriera tan pronto. Me pregunta sobre los motivos... Bueno, por un lado tenemos una grave crisis económica, por otro tenemos una crisis de inseguridad... por otro tenemos el problema de la inmigración ilegal, con asaltos a la frontera día sí y día también sin que la Unión Europea nos ayude...y por otro tenemos a Rusia, que no perdona que en su momento apoyásemos la caída de Lukashenko, y que financia a todas las formaciones que pueden desestabilizar los países de la Unión. Hemos podido ver incluso una gran cantidad de encuentros recientes entre Santiago Iglesias, líder de Pueblo en Pié, y Alexandr Dugin, el que fuera filósofo de cabecera del ex presidente Putin hace...

Eduardo apagó la televisión y tiró el mando al suelo con furia. Luego respiró hondo durante unos segundos, tratando de relajarse. Finalmente dirigió la vista hacia su mujer, que le miraba con preocupación.

-Hablaré con Amaia...

Por fin llegaron las nueve de la noche. Ya hacía unos minutos que Eduardo había vuelto a conectar el televisor, aunque el seguimiento lo hacían principalmente por internet. Se cerraban los colegios en las cinco islas canarias que quedaban bajo soberanía española. La página del Ministerio de Interior empezaba a vomitar resultados. Eduardo los acogió con alivio. Pueblo en Pie comenzaba la noche con 22 diputados. Con su carácter inestable, solo hacía unos minutos que daba por sentado que su odiado Santiago Iglesias, con su pasado de cárcel por delitos económicos y carácter abiertamente xenófobo y machista, podría ponerse casi al nivel de Amaia y él mismo. Con media sonrisa, recordó lo que había sucedido en el pasado con los efímeros ARPM, GIL o Vox.

Juan Cuadrado, su director de campaña, le guiñó un ojo y le tranquilizó.

-¿Ves como no era para tanto? Iglesias se queda a cero en la mayoría de las circunscripciones y nuestros socios nacionalistas murcio-andaluces de Mikel Mendioya conservan sus escaños. Estamos en la línea de los sondeos preelectorales, aunque algo más bajos que en los nuestros. Aquí ha pasado algo con las encuestas a pie de urna. Tienen que estar detrás los rusos por lo de Lukashenko.

-¡Por Dios! Ya pensaba que tendría que humillarme delante de Amaia. Creo que incluso hubiese preferido dimitir y dejar todo en manos de Borja Fernández de Albacete y Manzanal-Flores. Hubiese cogido las riendas encantado. Hasta se lleva bien todavía con Amaia. ¡Ja, ja, ja! A ver qué dicen ahora los expertólogos que estaban dando por hecho lo de Pueblo en Pie.

-Mira, ya estamos en el 54 % del recuento e Iglesias baja todavía más. Ya pierde el diputado balear y el murciano. Veinte pelados. Amaia pega fuerte, eso sí.

-¿Qué quieres que te diga? Con librarnos del pirado ese que te dice hoy una cosa y mañana todo lo contrario ya me doy por satisfecho. Fíjate, casi el sesenta y Pueblo en Pie baja a 17 y solo tiene representación por Madrid, Aragón, Asturias, Andalucía y Cataluña. Y eso que ahí llevaban al nieto de Pujol.

En ese momento, entró la mano derecha de Cuadrado con cara de sorpresa. El Gobierno les había transmitido un mensaje.

-Han llamado de Interior. Eduardo, dentro de quince minutos se pondrá en contacto personalmente contigo el ministro para comentarte lo que saben. Parece que desde Rusia han conseguido manipular a las dos encuestadoras que han hecho israelitas. No se trata de ataques informáticos.

Desde el rincón, la mujer de Eduardo seguía los acontecimientos en silencio mientras Santiago ocupaba su mente.

El teléfono sonó. No se lo podía creer...

"Ministro, ¿me lo está diciendo en serio? Comprendo."

Colgó y tiró el móvil fuertemente contra el suelo al grito de "MIERDA!!!"

- ¿Qué pasa? le espetó su mujer.

- "Que las elecciones han sido manipuladas por agentes externos. La JEC nos obliga a repetirlas en 2 semanas. Esta medianoche vuelve a arrancar la campaña electoral".

Los ojos de su mujer se abrieron como platos, se levantó, se dirigió hacia la puerta y cuando estaba a punto de salir de la estancia se giró y le dijo:

- "Lo siento. Esta vez vas a tener que afrontarlo solo. Quiero el divorcio."

Eduardo no se lo podía creer... "¿Qué coño dices? QUÉ ESTÁ PASANDO AQUí?!"

Y su esposa le miró a los ojos, sonrió y le dijo: "Que voy a ser tu rival. Me presento a las elecciones"

Pasaron dos horas y Eduardo por fin consiguió encajar las piezas. Su esposa, la madre de sus hijos, iba a ser la cabeza de lista por el partido ...