Hace unos días, argumentaba en estas páginas que una de las condiciones de la democracia, es la imparcialidad en las actuaciones de la instituciones públicas. Es decir, las instituciones "al hacer su trabajo", deben actuar exáctamente igual con todos, sin mirar la ideología de "quien tienen delante".
Mi tesis, es que en España demasiadas veces esto no se cumple. Es más, en ciertos temas, hay un sesgo institucional sistemático. Y que en consecuencia, tenemos una democracia imperfecta.
Enlazo 1 noticia y un artículo en la linea, aparecidos hoy:
-2o asalto al despacho del abogado Gonzalo Boye. Los "ladrones" esta vez tampoco se han llevado nada. Recordar, que aparte se le intentó acusar de blanqueo de dinero, y expulsar del colegio de abogados...por presentar una cautelar para paralizar un procedimiento en defensa de su cliente, Carles Puigdemont.
https://www.vilaweb.cat/noticies/assalten-el-despatx-de-boye-i-elbal-de-matinada/
-Un tema que "se sabía desde siempre", pero del que ahora se sabe un poco más. La promoción desde UCD de la ultraderecha anticatalanista en València. Especialmente en los años 80, hubo docenas de agresiones y hasta atentados que quedaron siempre impunes. Las más de las veces ni se investigaron. Y así, hasta hoy en día.
En la lista de quiebras de este principio democrático, además de la lucha contra el nacionalismo catalán debemos añadir demasiados episodios de "la lucha contra ETA y el entorno de ETA", contra grupos anarquistas ( ¿ alguien se acuerda del comando terrorista vegano de Madrid? Pues hay bastantes más). En contraste, la violencia de la extrema derecha queda demasiadas veces impune. Hay más ejemplos...
Esta es mi tesis: los casos son tantos que podemos afirmar que no son "fallos puntuales", sino que tenemos un sesgo sistemático, una auténtica Política de Estado detrás, capaz de promover y proteger la violencia si se crée necesario. En consecuencia, democracia imperfecta y un Estado de Derecho cojo, que incorporó desde el inicio a las cloacas del Estado.