Cuando parecía que la tensión política entre el Partido Popular y Ciudadanos en la Comunidad de Madrid pasaba por uno de sus 'picos', hace unas horas alcanzaba nuevas cotas al desatarse un enfrentamiento abierto entre los Consejeros de Políticas Sociales, Igualdad, Familias y Natalidad (de Cs) y el de Sanidad (PP).

Un informe para no trasladar ancianos a los hospitales

Alberto Reyero, Consejero de Política Social, destapaba hace unos días unos correos internos de la Comunidad de Madrid en los que se oponía a una orden de la Presidencia auspiciada por la Consejería de Sanidad que pedía la no derivación de pacientes en las residencias de ancianos contagiados por COVID-19 de elevada edad o con discapacidades a los hospitales.

Estos correos se han hecho públicos como respuesta a la filtración de un informe remitido a las residencias en el que se pedía que en lugar de derivar pacientes a hospitales, recibieran material sanitario en las propias residencias: una medicalización de los centros geriátricos.

El Consejero de Sanidad indicó que se trataba de un borrador que manejaba la CAM y que se envió 'por error', si bien varios medios de comunicación publicaron evidencias de una firma digital en el documento, lo que le alejaría del status de 'borrador' al contar con el visto bueno de la Consejería.

El lío de las reuniones

En medio de esta polémica, la filtración desde la Consejería naranja de los correos electrónicos que prueban la oposición de la formación de Arrimadas a la decisión popular era vista por el Consejero de Sanidad como una ofensa, y acusaba a Reyero de 'oportunismo' pues, según las palabras de Ruiz-Escudero, éste no habría acudido a las reuniones en las que se discutió el asunto.

La reacción de Reyero no se hizo esperar, y esta misma mañana replicaba a Escudero diciendo que 'es difícil acudir a reuniones a las que no se envía convocatoria', recrudeciendo aún más la bronca política que amenaza con romper la cohesión interna del Gobierno autonómico de coalición.

PP y Ciudadanos, un amor-odio recíproco

En este contexto, el 'desplante' del PP de Isabel Díaz Ayuso a Ciudadanos en la reunión del pacto de reconstrucción convocada la semana pasada, deja a Ciudadanos en una gran tesitura: mantener la apuesta por la cogobernanza entre los populares y los naranjas o abrirse a explorar otras opciones junto al PSOE madrileño y Más País.

Lo cierto es que en el entorno de Ciudadanos no gustó nada el alineamiento del PP con Vox para no acudir a la reunión a la que sí fue Aguado, lo que se interpretó como un 'boicot' a la postura dialogante de Cs. Pero desde las filas de Aguado se lleva tiempo insistiendo en que el Gobierno no se va a romper y descartando una moción de censura.

Por su lado, la Presidenta de la Comunidad ha dejado entrever varias veces que si observa debilitarse al ejecutivo madrileño podría convocar elecciones autonómicas, en un momento dulce para la formación popular a tenor de lo que indican algunas encuestas.