Rescatamos este artículo escrito el 16 de mayo de 2016 (a un mes de las elecciones generales del 26-J), como homenaje al científico hoy fallecido. Descanse en paz, y gracias por una vida invitándonos a volar y a no dar por buena ninguna creencia ni ninguna seguridad:
16-05-2016. 00:20 horas:
Las ciencias sociales y las ciencias puras son dos cosas distintas, pero a veces resulta útil hacer paralelismos.
Por ejemplo, algunos físicos dicen que en cada momento nacen millones de universos paralelos al nuestro. Cada uno de los electrones (por ejemplo) de los que estamos hechos, dispone de alternativas ligeramente diferentes para su trayectoria. Su camino no está predeterminado. Visto desde fuera, cada electrón viven en un mar de posibilidades ligeramente diferentes, y muchos físicos interpretan que todas esas posibilidades se concretan de hecho en auténticos universos paralelos que nacen continuamente. Por supuesto, cada uno de los universos una vez nacido, se va separando más y más de todos los demás, en un efecto mariposa descomunal: una continua explosión de posibilidades.
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No estamos hechos de certezas, sino de nubes de probabilidades
Me vino esto a la mente al ver el gráfico que Kiko Llaneras ha preparado en sus encuestas para El Español. Kiko Llaneras publica muchas de las tripas de sus trabajos, y eso abre puntos de vista más amplios. Su gráfico recuerda mucho a la suma sobre historias de la física cuántica, o a la versión de los universos paralelos que he comentado antes.
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El universo, conforme transcurre el tiempo, va explorando nuevas posibilidades, bifurcándose en múltiples futuros igualmente posibles y reales.
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Encuesta de El Español para el 26-J. Cada punto es el resultado de una simulación. El promedio no tiene por qué responder a ninguna de ellas específicamente.
El gráfico es de antesdeayer, y nos ofrece, como siempre hacen las encuestas, una media. Dice que el PP va a conseguir 128 escaños, que Unidos Podemos conseguirá 84... Hasta ahí lo que hacen todos. Pero luego enseña algo más: deja ver que la media no es real. Lo único que realmente vemos desde fuera es una nube de probabilidades. Del mismo modo que cada uno de los electrones que habitan en nuestro interior toma continuamente bifurcaciones que lo llevan (y nos llevan con él) por millones de alternativas distintas, de forma que nunca podemos localizarlo del todo, las encuestas trabajan con un material parecido. Las posibilidades que sí existen realmente en la encuesta de El Español son los distintos puntos que aparecen en el gráfico. Por ejemplo para el PP, van aproximadamente desde los 87 hasta los 149 escaños. Cualquier resultado dentro de ese margen es coherente con la encuesta.
Las posibilidades para el PSOE van aproximadamente desde los 39 hasta los 109 escaños.
¿Significa esto que todos los posibles finales son igualmente probables? No, en absoluto. Unos son mucho más factibles que otros. Kiko Llaneras nos enseñaba por qué en las anteriores elecciones del 20-D, con este otro gráfico:
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Encuesta del El Español para el 20-D. Distribución de probabilidades. Horquilla para el 50% de posibilidades centrales.
Aquí puede verse que hay finales mucho más probables que otros. Era literalmente imposible que el PP consiguiera el 20-D una cifra de 300 escaños, o de 12. Y no los consiguió, por supuesto. Y es que el 20-D, todos los partidos lograron un número de diputados que entraba dentro de lo posible según la encuesta que para aquel momento hizo El Español. Pero, a la vez, resulta que algunos (sobre todo Podemos por lo alto y Ciudadanos por lo bajo), se fueron a un extremo del gráfico: siguieron dentro de lo posible, pero no terminaron en el centro de la distribución. Es normal que ocurra esto; es lógico que, existiendo variadas alternativas para diversos elementos, algunos de ellos acaben escorados hacia un lado u otro. Que Ciudadanos consiguiera solo 40 diputados era poco probable (la encuesta en un ±94% de los casos le otorgaba más) pero perfectamente posible. Quizás en Ciudadanos, al no darse cuenta de que este riesgo era real, fueron demasiado optimistas antes del 20-D, y esto les hizo tomar decisiones equivocadas, lo cual acabó por hundirles. No lo sabremos nunca, pero la amenaza está ahí para cualquiera que se crea cuentos de la lechera basados en encuestas mal leídas.
Que Ciudadanos consiguiera solo 40 diputados el 20-D era poco probable pero perfectamente posible.
Volvamos al 26-J y aprendamos la lección. Si finalmente el resultado electoral no se parece al promedio, podemos concluir que las encuestas están manipuladas. Tenemos todo el derecho a sacar esa conclusión y puede que hasta tengamos razón. Pero también podemos pensar que lo que tenemos es un juego de probabilidades, y que, dentro de ellas, aún no sabemos qué puede pasar: como estrategia para conseguir ventaja en una partida, quizás esta segunda forma de pensar sea más inteligente. No tomemos los datos finales de las encuestas como verdades porque no lo son, ni siquiera aunque estén perfectamente hechas. Los datos que nos facilitan son solo eso, lo que resulta más probable en un momento dado.
Unidos Podemos puede llegar a conseguir el 26-J, solo 45 diputados, pero también 118.
Los datos de El Español para estas elecciones, que tenemos la suerte de ver desglosados más arriba, nos dicen por ejemplo que Unidos Podemos puede acabar obteniendo 45 diputados, pero también 118. ¿Son esas dos alternativas en concreto muy probables? Pues no: hay otras más centradas y por tanto más posibles. Pero no podemos descartar que finalmente ocurra algo así. Lo más probable, según esta encuesta, es que UP obtenga entre 74 y 94 escaños. En ese rango se concentra alrededor de un 50% de los puntos (simulaciones de Kikollan, universos paralelos para un físico cuántico). Pero el otro 50% de los puntos, de los posibles universos futuros, depara resultados diferentes. Si yo fuera dirigente de UP, me partiría el alma para conseguir alcanzar 110 o 115 diputados, porque es algo perfectamente posible, pero al mismo tiempo tomaría medidas para no caer a las zonas más bajas del gráfico, que siguen estando ahí. La media no existe: la media (los 84 escaños) no es más que una ficción hasta que la función de onda no colapse en un dato concreto en la noche del 26-J. Esta forma de afrontar el asunto es conocida por los físicos como "interpretación de Copenhague", y les vendría muy bien a quienes dicen que debemos parecernos a Dinamarca. Claro que si no leemos a Kant, es difícil que hayamos leido a Bohr. Y eso se nota.
De momento lo único que tienen los partidos en la mano es una nube de posibilidades que barajar: un montón de puntos donde pueden acabar cayendo.
Volvamos al gráfico de los puntos. Seleccione usted aleatoriamente cuatro puntos cualquiera, uno para cada uno de los cuatro partidos principales. Si lo hace bien, puede comprobar cómo todavía son posibles todo tipo de combinaciones: que el PP quede tercero, que Ciudadanos quede segundo, que UP gane las elecciones… ¿Son éstas alternativas muy probables? No, no lo son. ¿Son alternativas posibles? Sí, si lo son.
Si en lugar de esta encuesta de El Español, alguien nos presentara una metodología parecida para otra encuesta cualquiera, veríamos nubes de puntos ligeramente diferentes, según los sesgos de cada cual. Pero, más allá de ello, el mensaje de fondo no varía: hacemos mal en creernos los valores medios que nos ofrecen las encuestas, porque solo son eso, promedios. Ni siquiera el margen de error que hacen público es suficientemente fiable, porque incluso a ese margen se le suelen escapar un 2% o 3% de posibilidades para cada dato: las que son más extremas, pero no por ello menos reales.
El futuro está abierto. Vivimos en un mundo de probabilidades, no de certezas.
En el caso de unas elecciones generales, al sesgo que toda encuesta puede tener se une la incertidumbre estadística, y a eso la existencia de zonas donde hay saltos abruptos basados en la ley electoral, y a eso se le une también la mejor o peor campaña electoral que cada cual haga, y a eso, en el caso de España, hay que añadir el silencio obligado de las encuestas durante los últimos cinco días de campaña. Muchos factores, mucha variabilidad.
El mismo día 26, a las ocho menos un minuto de la tarde, quedarán todavía diversas posibilidades abiertas, aunque menos que ahora. Incluso nosotros, cada uno de nosotros, como parte de la historia, podemos llegar a influir algo en el proceso. Los políticos relevantes, por supuesto, influirán muchísimo más. Debates, errores, gestos,... irán haciendo que las posibilidades se materialicen o se esfumen. Y el juego estadístico, el azar y los equilibrios inestables finalmente concretados, harán el resto.
Las ansias adolescentes de muchos, que necesitan seguridades, exigen certezas. Pero no podemos pedirles tal cosa a las encuestas, que viven en un mundo difuso: ni valen ni pueden valer para eso. Mantengamos la cabeza fría. La certeza no existe: la partida se está jugando ahora mismo y los márgenes son bastante amplios.
Los titulares de los periódicos necesitan y quieren sacar conclusiones rotundas, pero la verdad es otra. Si alguien se aventura a apostar por unos números concretos, debe saber que está escogiendo una opción entre millones de posibilidades. Es casi seguro que se equivocará. Si todos los españoles, junto con su voto, depositaran una papeleta apostando por el porcentaje que obtendrá cada uno de los cuatro grandes partidos, con un desglose de un tan solo decimal, es posible que nadie lograse acertar. Las posibilidades son parecidas a las de una quiniela de 15 aciertos dificililla.
Así que nadie debería deprimirse el día 27 de junio por culpa de expectativas incumplidas. Es más, nadie debería formarse expectativas de triunfo o de fracaso demasiado pronto. No digan que no avisamos.
Los márgenes son muy amplios pero a la prensa no le interesan. Cada uno pone en el titular lo que quiere que sus lectores se crean. Eso no es manipular los datos, pero sí es manipular los titulares, que es lo que la mayoría de la gente llega a leer.
Es bueno saberlo para no dejarse llevar.
Meterse en mecánica cuántica para explicar una distribución de probabilidad normal (gaussiana) de las de toda la vida. De verdad que os gusta complicaros la vida inútilmente.
PD: En mecánica cuántica los electrones NO disponen de varias trayectorias alternativas, porque el concepto mismo de trayectoria no tiene sentido en mecánica cuántica. Y hablar de colapso de la función de onda en este contexto... yo lo cogería muy con pinzas, que el concepto subyacente es que un sistema físico no "colapsa" a un estado concreto, no se encuentra en un estado concreto, hasta que dicho estado es observado. Literalmente. Aquí... lo que tienes es un sistema muy, muy difícil de medir (que sólo se puede medir estadísticamente), y podéis establecer un paralelismo, pero conceptualmente no es en absoluto lo mismo, y me parece que es buscarle tres pies al gato y liar aún más al personal. Vamos, es que hablando de sacar varias veces 100 bolas de colores de una tómbola de 100.000 bolas de colores tienes exactamente el caso de las encuestas, y con eso ya tienes de sobra para hablar de "encuestas y distribuciones de probabilidad", sin necesidad de hablar de Schrödinger y del colapso de la función de onda.
Ja,ja. ZASCA descomunal. Efectivamente no hacía falta meterse en mecánica cuántica y otros jardines similares para defender la "presunción de inocencia" de las encuestadoras. Llevar esta tesis defensiva al absurdo deslegitima absolutamente la propia esencia de su trabajo
Porque....¿Para qué pagaría alguien una encuesta o un estudio de mercado si todas las hipótesis son plausibles y esa Ciencia por tanto es inútil? ¿Si luego no se pueden pedir responsabilidades por aquello de la cuántica? ¿Si no se puede distinguir entre buenos o malos profesionales?
Con esto de mezclar la Estadística con la Metafísica acabo de caer en que quizás se "desalojó" injustamente al PP allá por el 2004.¿Por qué se les exigió responsabilidades por la gestión del 11M si allí en un extremo de la campana de Gauss sin duda subsiste una probabilidad de que en el fondo fuera la ETA?
Estos españoles cainitas...
Ja, ja, ja.
Fíjate que aun teniendo tu pronóstico una fiabilidad del 100%, tampoco se ve clara ninguna opción de gobierno.
... resulta que algunos (sobre todo Podemos por lo alto y Ciudadanos por lo bajo), se fueron a un extremo del gráfico: siguieron dentro de lo posible, pero no terminaron en el centro de la distribución. Es normal que ocurra esto...
No, señor Salver, no es "normal" en absoluto!
Es extremadamente improbable para un único partido y prácticamente imposible que ocurra con dos partidos que, para colmo, ni siquiera son adyacentes ideológicamente y en consecuencia tienen una transfusión directa de votantes que es muy limitada.
Basta ya de lavarles la cara a la tendenciosidad intencionada de las empresas encuestadoras y quienes les contratan! Nos están engañando, están manipulando descaradamente!
(Ahora sigo leyendo, porque la presentación es muy chula: pero aunque la mona se vista de seda...)
¿Nadie ha dicho nada del núcleo irradiador?
Además hay otra falacia de fondo en el razonamiento: se apela a la física cuántica pero en realidad ni los votos ni los votantes son cuánticos en absoluto, sino masivos. Explico la diferencia: es extremadamente improbable aunque no 100% imposible que si corro contra la pared, la traspase como un fantasma, porque aunque existe una nimia posibilidad cuántica que los millones de átomos implicados estén todos en la configuración que me permita hacerlo, es es tan ridículamente baja que no se da en la realidad (y, si se da, no te van a creer).
Lo que el autor en realidad debería de usar es física caótica, que es de donde realmente viene el gráfico nº2, y que se aplica a los fenómenos masivos como p.e. la atmósfera y predicción meteorológica. Ese gráfico expresa períodos de estabilidad seguidos de bifurcaciones, que son momentos de impredicibilidad, de crisis, caóticos. Es el gráfico típico de la teoría de la "evolución puntuada", aunque en origen es meramente un fractal.
Y si fuera el caso, si la ciencia de caos se aplicara aquí (que no creo que es el caso, al menos no mayormente), lo que tendría que estar diciendo es que no es una situación "normal" sino excepcional en todo, porque las situaciones caóticas son en socio-polítca excepcionales, no la norma.
Incluso en un entorno caótico como es la atmósfera, los metereólogos son hoy día perfectamente capaces de predecir el tiempo a una semana vista (no mucho más). O sea que tendríamos una situación extremadamente volátil (caótica) y unos metereólogos muy pero que muy malos, incapaces de predecir el tiempo con una semana de antelación. Y no sólo uno, sino todos con prácticamente el mismo error. Un "error" que no podemos sino describir como sistemático en consecuencia.
por que las campanas de ciudadanos y podemos son tan poco gausianas??
No se casi nada de estadística así que agredecería si alguien me confirma que estoy enendiendo bien esto.
EStoy viendo ahi unas distribuciones normales con posibles resultados en escaños. Veo así a ojo que solo un 2% de sus simulaciones daban 69 escaños a Podemos y un 2% da a Cs 40 escaños.
Y nos dice el autor que estaba dentro de lo posible. Y que elige creer que sucedió algo que tenía un 0,04% de de probabilidad de suceder antes que aceptar que los porcentajes de las encuestas que se usaron para dichas simulaciones estaban equivocados?
Pues a mí me parece un muy buen artículo. Creo que a veces nos obsesionamos por hacernos victimas de unas encuestas que no favorece a nuestro partido favorito (Podemos en este caso). Sin duda, la estadística no es una ciencia exacta y por mucho que pongamos 2 o 3 sigmas, siempre pueden haber resultados fuera de ese intervalo de confianza.
En mi opinión, y con una visión más abierta ahora. Creo que los periódicos y encuestadoras han jugado a moverse por ese intervalo para favorecer al partido más afín, siempre dentro de los "límites probables".
Mi humilde opinión!
Pues ya que hablamos de física...
"La religión es un insulto a la dignidad humana. Con o sin religión, siempre habría personas buenas haciendo el bien y gente malvada haciendo daño. Pero para que las personas buenas hagan el mal, hace falta la religión."
Steven Weinberg
Premio Nobel de Física en 1979 por desarrollar una teoría unificadora del electromagnetismo y la fuerza nuclear débil.
Muchas gracias por las críticas y hasta por las abalanzas.
Los artículos están hechos para suscitar debate, y en este caso, una vez más, algo se ha conseguido. Los artículos de opinión, y más aún los de elaboración personal, cuando suponen una elucubración que va más allá de lo convencional, suponen mucho más riesgo, pero es así.
Será muy interesante desenterrar todo lo escrito en estos meses cuando llegue el 27-J y comprobemos por dónde iban los tiros en este como en muchos otros temas. Ese día, me parece, será el de las grandes recapitulaciones.
Comprobaremos entonces, también, quién reconoce y quién no reconoce lo que hay. En todo caso, habrá que tomárselo con humor. Un saludo a todos.
Ah, casi se me olvidaba: gracias, Luis. 😉
Siempre he creído que ese refrán de "Piensa mal y acertarás" es probablemente... "desacertado". Y ello se debe a que el pensar mal no siempre produce el mejor equilibrio entre la explicación mas fuerte y más sencilla a la vez. Podemos creer en conspiraciones de los institutos de opinion. O podemos también creer en dificultades para elaborar la encuesta. Es por ello que se hace cocina para compensar por estas dificultades "de campo" y corregir tu muestra. Me vienen a la mente los fallos en las encuestas del Reino Unido para el 1993 y para el 2015. En ambas el voto conservador fue subestimado. En los 90 es cuando se acuño el término "Shy Tories" (Conservadores "tímidos" o inexpresivos)
Pregunto: ¿Sabemos de algunos factores propios de las metodologías de las encuestas que pudieran explicar sesgos hacia Ciudadanos y que podrían haber enmascarado los resultados de Podemos o algún otro partido? En el caso de Ciudadanos se me ocurre, y es elucubración, que mucho "informante" "Naranja" en las encuestas podía haber sido votante atormentado del PP "en el armario". O puede que contactar con un "Podemita" sea mas difícil (a lo mejor no paran nunca en casa, no sé, al ser mas jóvenes y urbanitas u otro factor. O mas indeciso) Lo de considerar desviación y fallo debido al azar e incertidumbre es razonable. Pero, ¿Acaso Se han estudiado ya las posibles existencias o no de "sesgos" inherentes en los métodos empleados? Me parece un tema interesante. Sería la caña poder leer sobre esto respuestas razonadas de personas mejor informadas o mas perspicaces que yo.
Un artículo un poco tonto, ¿para que existe está página si las encuestas tiene tantas posibilidades de fallar? Sin tener ni idea de estos temas, las medias suelen aproximarse a los resultados finales,, y determinados medios da la casualidad de que suelen fallar, ahí lo dejo.